Es para llevarse las manos a la cabeza. El ejército se unido a la particular y enconada batalla que el gobierno presidido por el marido de la cantante Carla Bruni ha entablado contra el tráfico P2P. Las últimas víctimas que se ha cobrado eran los responsables de SnowTigers, uno de esas numerosas webs que se limitan a ofrecer enlaces BitTorrent, pero una de las más visitadas en Francia.
Hace una semana el cuerpo de policía local, junto con miembros de la Association de Lutte contre la Piraterie Audiovisuelle (Asociación Contra la Piratería Audiovisual), ALPA, irrumpió en las oficinas de SnowTigers en Toulouse y París. Efecturaron diez detenciones y requisaron hasta 21 servidores. La información había sido proporcionada por el servicio secreto del ejército francés.
Semejante despliegue no era por un grupo terrorista, ni por detener a los culpables de la crisis económica internacional. No. Era por desmantelar una «organización criminal«, como lo ha descrito el presidente de ALPA, un tal Fréderic Delacroix, quien ha asegurado que todos los que hayan abonado alguna cantidad a SnowTigers serán «cuestionados». En definitiva, no quieren que quede títere con cabeza en esta particular guerra de Sarkozy contra quienes intercambian archivos a través de Internet. Y quien no duda de usar todos los medios a su alcance, hasta el Ejército si hace falta.
Depositemos nuestras esperanzas en el Partido Pirata ahora que ha llegado al Parlamento Europeo. Tal vez ellos consigan aportar una pizca de sentido común al proceso persecutorio contra el libre intercambio de información en nuestro continente.
Vía: TorrentFreak
No me canso de decirlo, otra muestra más de lo que se nos viene encima si no hacemos nada para impedirlo: el CIBERFASCISMO más puro y duro. Para esta gentuza los internautas somos como los judíos en la época de los nazis, o los palestinos en la época actual, ni más ni menos.
Lo peor, aparte de la imagen de delincuentes que nos quieren endosar a todos los navegantes, es la supina ignorancia de los gobiernos, que en vez de adaptarse a los nuevos tiempos y medios quieren seguir aplicando leyes comerciales que sólo benefician a empresas, no a los que supuestamente quieren proteger sus sociedades de gestión de derechos. Ejerciendo la violencia de este modo contra los internautas no protegen la cultura, sino los bolsillos de algunos empresarios. Los poderes, que deberían protegernos a todos los ciudadanos, están vendidos a estos empresarios.
Se ha dicho muchas veces y hay que repetirlo: los internautas que compartimos no hacemos daño a la cultura, sino en todo caso a la industria, y eso porque esa industria no quiere adaptarse a los tiempos. Y si ya existen empresas que usan Internet inteligentemente y ganan dinero con este medio y otras que se empeñan en seguir vendiendo galletas cuando nadie las quiere ya, es obvio quiénes van a ganar la batalla a la larga: los que se adaptan. Aunque pretendan echarnos a los lobos y meternos miedo.
¿Cómo luchar contra esto y darles donde más les duele? Pues con un acto muy sencillo y que no cuesta nada: mantener abiertos nuestros mulos y torrentes, Dientes, dientes, que es lo que les jode.