Xiaomi sigue a la conquista de la gama premium. Y esta vez lo hace de la mano del fabricante de lentes para cámaras profesionales Leica, tal y como lo hizo en su día Huawei. Pero este movimiento no llega sin polémica. Su nuevo Xiaomi 13 Pro, del que te voy a hablar a lo largo de este análisis, llega con un precio de 1.400 euros en su versión más avanzada. Por encima de lo que hemos visto en otras marcas incluso como Apple. Así que la competencia empieza a ser feroz. Pero ¿está a la altura este nuevo móvil de Xiaomi? Te lo cuento a lo largo de este análisis.
Para probar sus virtudes y defectos, he usado este Xiaomi 13 Pro como móvil de cabecera durante unas dos semanas. Así he podido comprobar si su autonomía resiste el uso de un usuario intensivo. Es decir, pasarse el día pegado a WhatsApp e Instagram, publicar Bereals cuando toca, jugar a videojuegos no demasiado casuales, o incluso usar Tinder y otras aplicaciones que exigen mucha batería al tirar de GPS, pantalla y demás. Vaya, que lo he usado como si fuera mi propio móvil para poder contarte cómo se desenvuelve en el día a día con todo lo que podrías necesitar. Te lo cuento a continuación.
Xiaomi 13 Pro | |
Pantalla | 6,73 pulgadas de tecnología LTPO OLED, formato 20:9, resolución Quad HD+ de 3.200 x 1.440 píxeles, HDR10+, tasa de refresco variable de 120 Hz, 1.900 nits de brillo pico, Dolby Vision y cristal Corning Gorilla Glass Victus |
Cámara principal | – Sensor principal Sony IMX909 de 50 megapíxeles de 1 pulgada con apertura focal f/1.9 y estabilización por OIS – Sensor secundario con lente teleobjetivo de 50 megapíxeles con apertura focal f/2.0 y zoom óptico 2x – Sensor terciario con lente gran angular de 50 megapíxeles con apertura focal f/2.2 |
Cámara selfie | Sensor principal de 32 megapíxeles con apertura focal f/2.5 |
Memoria interna | 128, 256 o 512 GB de tipo UFS 4.0 |
Ampliación | No disponible |
Procesador y memoria RAM | Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 de 4 nanómetros y ocho núcleos GPU Adreno 740 8 o 12 GB de RAM de tipo LPDDR5X |
Batería | 4.820 mAh con carga rápida por cable de 120 W, carga inalámbrica de 50 W y carga inversa de 10 W |
Sistema operativo | Android 13 bajo MIUI 14 |
Conexiones | 5G, 4G LTE, Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac/6 de doble banda, Bluetooth 5.3, GPS + GLONASS, Galileo, BDS, QZSS y NavIC, NFC y USB tipo C |
SIM | Dual nano SIM |
Diseño | Acabado en metal y cerámica Colores: negro, verde, azul y rosa |
Dimensiones y peso | 162,8 x 74,6 x 8,38 milímetros y 229 gramos |
Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares debajo de la pantalla, 4 x altavoces estéreo firmados por Harman Kardon, sonido con certificación Dolby Atmos, sensor de infrarrojos para controlar aparatos de manera remota, pantalla con tecnología LTPO, desbloqueo facial mediante software, certificación IP68 con resistencia al agua y al polvo, fidelidad de color trabajada en colaboración con Leica… |
Fecha de lanzamiento | Ya disponible |
Precio | – Versión de 12 y 256 GB: 1.400 euros |
Diseño «retro» premium
El aspecto del diseño y acabado de este Xiaomi 13 Pro es, cuanto menos, peculiar. Se entiende que Xiaomi ha querido copiar la fórmula de los móviles premium… de hace unos años. Con ello han conseguido un móvil que pesa, es bastante grande, tiene materiales de alta calidad y una construcción más que buena aunque no excelente. Pero que repite una fórmula ya viciada desde hace años. He probado el móvil en su acabado negro, y salvo por el módulo de cámaras, nada me diría que es el nuevo Xiaomi. Pierde identidad y repite viejos problemas que otras marcas ya habían experimentado.
No es un mal móvil, ni tiene un mal diseño. Que no se me malinterprete. Pero su hermano mediano, el Xiaomi 13 a secas, tiene más personalidad copiando descaradamente al iPhone de Apple que esta versión Pro. Además, a Xiaomi se le notan las costuras en esta gama debido a la construcción. Vengo de probar otro móvil premium, el Samsung Galaxy S23 Ultra, y noto el salto de calidad con el Xiaomi allá donde se juntan las piezas. O en el equilibrado del peso y la ergonomía.
Xiaomi ha usado cerámica para darle un acabado muy resistente y brillante. Tal y como sucedía hace unos años con otros gamas altas. Van con años de retraso y arrastran aquellos problemas: un móvil relativamente pesado (230 gramos) y con un acabado que es un imán para las huellas. Además el módulo de cámaras es enorme. Aunque hay puntos buenos a destacar también en todas estas decisiones:
Por un lado está la resistencia, elegancia y sensaciones premium en la mano. Subiéndose a este carro también adoptan por fin la certificación IP68 para hacer su móvil resistente al polvo y a las inmersiones en agua (menos de 30 minutos y nunca a más de metro y medio de profundidad). Por otro lado está el que el móvil se mantiene estable en una superficie plana aun sin funda. El módulo, a pesar de estar apartado a un lado, soporta bien su peso sin que baile. Aunque si, como yo, tienes los dedos grasos, lo mejor es que aproveches la funda de silicona transparente que viene en la caja. Así puedes lucir el acabado brillante blanco o negro del material cerámico. Otro punto que fabricantes asentados ya han dejado atrás, por cierto, quedarse en los colores básicos en las gamas premium. Lo dicho, un punto mejorable para el Xiaomi 14 Pro.
La pantalla: la joya de la corona del Xiaomi 13 Pro
La verdadera innovación y donde debería sacar pecho Xiaomi viene dada por la pantalla. Según el fabricante chino es la primera pantalla de un móvil Android capaz de alcanzar los 1.900 nits de brillo. Y no sé si es verdad. Lo que sé es que se ve genial. Bajo todo tipo de circunstancias. Y sin hacer cosas raras con los colores cuando se tiene que disparar el brillo al máximo para salvar la luz del sol, por ejemplo. Su tecnología es OLED, así que se mezcla el mejor contraste con muy buenos colores y un brillo para salvar la situación en cualquier circunstancia. Así sí, Xiaomi.
El resto de apartados no destacan especialmente. La resolución es de 3.200 x 1.440 píxeles (2K), su tasa de refresco se queda en los 120Hz, y la frecuencia de muestreo táctil en los 240Hz. No es lo más top del mercado, pero no se necesita más en un gama alta. La experiencia jugando y viendo contenidos es la esperada: muy buena. Y cumple con soporte para Dolby Vision y otros sistemas de HDR si eres fiel usuario de Netflix, HBO Max y otros servicios de contenido en streaming.
Además, Xiaomi cuenta con un montón de herramientas extra gracias a MIUI 14 para adecuar la experiencia a cada usuario. Desde controlar que el panel se encienda o apague con toques, a detectar la mirada del usuario para no cambiar la configuración durante el uso, hasta un modo de lectura y esquema de colores completamente personalizable si nos afecta la luz azul. Todo programable para aprovecharlo cuando queramos.
También cuenta con la tecnología de pantalla siempre encendida, con diferentes opciones de personalización para incluir animaciones, mensajes o incluso fotos propias mientras vemos si hemos recibido algún WhatsApp o alguna llamada. No se le puede pedir más en experiencia de uso y calidad. Aunque es cierto que otros fabricantes disparan sus tecnologías hasta los 144Hz de tasa de refresco y más de 300Hz de muestreo táctil. Más marketing que experiencia real. Pero teniendo en cuenta el precio del Xiaomi 13 Pro, quizá sea interesante saber que si Xiaomi quiere jugar en esta liga tiene que jugar con las reglas de esta liga.
Leica y Xiaomi: combinación casi ganadora
Xiaomi sabe que el apartado fotográfico es importante para el usuario de la gama alta. Y ha ido a por todas. Si a Huawei le fue bien, ¿por qué a ellos no les iba a funcionar? Y así han repetido y mejorado la fórmula de asociarse con Leica para poner la guinda a sus fotografías. Y, la verdad, el resultado es realmente bueno. Aunque, de nuevo, no siempre el mejor. Me explico:
El Xiaomi 13 Pro tiene todos los ingredientes para que su apartado fotográfico cumpla. Por un lado el sensor IMX989 de 1 pulgada es todo un logro tecnológico en sí mismo para capturar de forma fiel, con mucha información, todo lo que sucede en la escena. Por otro lado, están todos los algoritmos y buen hacer de Leica para el procesado. ¿Qué podría salir mal? Pues pocas cosas, la verdad.
Su triple sistema de cámara es de 50 megapíxeles para cada objetivo es equilibrado y capaz. La cámara principal cumple con creces y consigue resultados realmente buenos incluso cuando estás prácticamente a oscuras. Se inventa la luminosidad para dar sentido a una escena que, para el ojo humano, es prácticamente negra. Pero además, lo hace con gracia y cierta resolución. Da igual si lo haces a contraluz o en situaciones en las que otras cámaras lo pasarían canutas. Xiaomi ha sabido resolver bastante bien en la mayoría de casos. Y si no lo hace el objetivo lo hace su procesado y la Inteligencia Artificial que lo apoya.
El gran angular respeta colores y juega bien sus bazas en el aspecto de la resolución y detalle. Incluso de noche salva bien los muebles gracias a la Inteligencia Artificial, que elimina el ruido en las escenas oscuras. Aunque seguirá siendo el objetivo principal el que más utilices cuando la luz empiece a flaquear. O, al menos, así lo he hecho yo.
La verdadera sorpresa llega con el teleobjetivo. Xiaomi ha incorporado una tecnología de lentes flotantes nunca antes vista en móviles. Con ello, aseguran, se consigue un desenfoque más realista en las fotografías de estilo bokeh. Y es aquí donde Leica también ha metido mano. ¡Y de qué manera! Además de los filtros originales que te hacen elegir entre escenas más vívidas o más realistas, Leica ha incorporado diferentes modos de retrato que se aprovechan del teleobjetivo y sus lentes flotantes. Al entrar en modo retrato y pulsar el icono de la izquierda verás cuatro opciones con diferentes ópticas y acabados: blanco y negro a 35 mm, bokeh con remolino a 50 mm, el modo retrato propiamente dicho a 75 mm y una horterada maravillosa llamada Enfoque suave a 90 mm. Y digo esto último porque en todas mis pruebas he conseguido que se aplique un filtro como el de la media que exigía Sara Montiel en sus escenas. Poca definición, acabados mi suaves y colores pastel. Ideal si no buscas realismo en tus retratos.
En mi experiencia he disfrutado enormemente del modo Retrato de 75 mm. Es, posiblemente, el mejor modo retrato que he visto en un móvil Android. No por la calidad, sino por el acabado. Se nota el toque de Leica en el grano sutil pero presente, la definición y el desenfoque. Cuando le he cogido el truco a este modo he conseguido fotografías que simulan realmente bien ser tomadas con una cámara réflex. El problema es que se acaban viendo las costuras con algunos recortes del desenfoque o elementos propios de algoritmos y no tanto de mecánicas. Pero aquí Xiaomi ha logrado dar con un factor que otros fabricantes no alcanzan. Aunque habrá que ver si es suficiente, esto de hacer retratos a amigos y familiares, para vender su móvil más caro.
En el apartado de vídeo me ha sorprendido que llegue desactivada por defecto la función estrella que nos vendían hace un par de generaciones. Aquello del enfoque en movimiento de personas y animales. Aun así, el Xiaomi 13 Pro cumple con calidad, ofreciendo incluso grabación en 8K de resolución, aunque con una tasa de 24 cuadros por segundo. Aquí, además del resultado, sorprenden el resto de modos y herramientas extra. Hay de todo: desde una franjas negras para simular el formato cinematográfico, hasta opciones como usar un teleprompter para ver textos en pantalla mientras grabas, o incluso los ya clásicos modos para clonar y crear contenido vistoso.
¿Es la mejor cámara móvil del mercado? Probablemente se encuentre en el top 3 de este año gracias a su solvencia y versatilidad. Pero hay detalles que siguen sin justificar su precio. Eso sí, puedo decir que es el móvil para hacer retratos de este 2023. Retratos que se parecen a los retratos de las cámaras de Leica.
Mucha potencia y demasiada capa de personalización
Si has estado atento o atenta a la actualidad tecnológica de este año ya sabrás que el Snapdragon 8 Gen 2 está causando sensación en la gama alta de 2023. Hace que los móviles de este año vuelen. Otorga una solvencia que no solo se nota a la hora de correr aplicaciones o juegos exigentes con total fluidez, sino que elimina aquellas pequeñas barreras y traspiés de las diferentes capas de personalización que los fabricantes integran en sus móviles. El resultado es que, después de años estando ahí, ahora sí disfrutes de animaciones, una multitarea que te hace olvidarte de todas las apps que has abierto y has dejado en segundo plano durante horas, o una fluidez exquisita. Y te aseguro, tras 15 días de uso, que este Xiaomi 13 Pro no es la excepción. Todo va fluido. Lo mueve todo. Y lo mueve con soltura.
Para mi, y aquí es un aspecto casi personal, el problema en el rendimiento viene por parte de MIUI 14. Da igual si ha evolucionado o no respecto a su anterior versión. Sigue siendo una experiencia muy “china”. Demasiado recargada, con demasiadas opciones, con todo muy “apelotonado”. Evidentemente el usuario habitual de Xiaomi disfruta y navega por toda esta experiencia sin problema, aprovechando todas estas opciones para dejarlo todo a su gusto. Pero el usuario menos experto no puede sino sentirse abrumado. El doble centro de control (control y notificaciones en dos espacios diferentes), los nuevos botones, constantes actualizaciones de un montón de aplicaciones precargadas… Es como si usar este Xiaomi 13 Pro conllevase un trabajo extra de mantenimiento. Y sí, es muy útil cuando conoces todos los recovecos como hacer una captura de pantalla detallada al pulsar con tres dedos en el panel. Pero rompe con todo ese esquema minimalista, sencillo, elegante y solucionador de problemas que se desprende generalmente de la gama alta o premium. Vaya, que este Xiaomi 13 Pro sigue siendo muy Xiaomi. Y no es nada malo si eres un usuario conocedor. Pero quizá te resulte difícil dar el salto si te gusta lo sencillo.
Carga ultra rápida en un móvil con autonomía justa
Xiaomi ha vuelto a incorporar su carga ultra rápida en su móvil más avanzado. Y puede sonar baladí, pero son 120 watios de potencia que cargan una batería de 4.820 mAh en poco más de 16 minutos. Te aseguro que, una vez que pruebas esto, no lo quieres dejar atrás. Me ha salvado la jornada en unas cuantas ocasiones. O ha hecho que me despreocupe del nivel de carga hasta justo antes de salir de casa. Y es que con dejarlo cargando unos minutos mientras me lavo los dientes y me pongo las zapatillas me ha dado toda la carga y más que necesitaba.
Pero con el paso de los días también se han dado otras situaciones preocupantes que esta carga ultra rápida no ha conseguido solventar. Por ejemplo, salir con un 30% de batería a mitad de tarde y pasar ese miedo de quedarme sin carga antes de volver a casa alrededor de las 11 o las 12 de la noche. Incluso usando el modo de ahorro de energía. Y es que la pantalla, el procesador, el GPS y otros elementos activos se beben la pila de este Xiaomi 13 Pro incluso aunque cortes por software muchos de esas tareas. Así que sí, la carga ultra rápida te salva la vida, pero si te pilla dentro de casa. Si no, la autonomía de este Xiaomi 13 Pro se te puede quedar algo corta.
En mis días de uso solo he prescindido de una carga rápida durante la jornada los días que no he salido de casa. Soy un usuario intensivo y lo reconozco como tal. Pero dudo que un usuario medio que trabaje fuera de casa pueda prescindir de su cargador. Una llamada un poco más larga de lo normal, una partida que se alarga con el juego de turno o una consulta a sus redes sociales puede hacer que eche de menos el adaptador de corriente que incluye Xiaomi en su equipo. Algo a tener en cuenta si se es un usuario como yo, intensivo.
Conclusiones tras dos semanas de uso
En definitiva, este Xiaomi 13 Pro ha sido una experiencia agridulce. Entiendo las inclinaciones de Xiaomi para conquistar la gama premium. Pero creo que le falta un poquito más en todos sus aspectos para plantarse con un móvil de 1.400 euros ante un fandom que conquistó con precios asequibles. Un diseño más evolucionado y propio. Una autonomía que cumpla no solo por la tecnología de carga rápida, sino también si estamos fuera de casa y sin acceso al adaptador de 120W. Y una capa de personalización más accesible. Serían las peticiones más acuciantes para justificar un precio que no solo compite sino que supera a otros grandes pesos pesados del sector.
Evidentemente es el mejor móvil de Xiaomi. Y las decisiones de pantalla, cámara y rendimiento son más que acertadas y valoradas como gama alta. El problema es que, en conjunto, y en este momento económico concreto, va a resultar muy complicado justificar un precio de 1.400 euros a un usuario móvil que no sea fan de la marca. Pero esa es otra guerra que debe librar Xiaomi.