Las altas temperaturas nos están afectando, seguro que a ti también, ¡y a tus alimentos! Si ha llegado el momento, te damos 4 claves para cambiar de frigorífico y sobrevivir a la ola de calor. Seguramente estemos ante el verano menos caluroso del resto de nuestras vidas, así es que mejor prevenir que curar de cara a los próximos. ¿No crees? Para que los alimentos más perecederos no duren menos tiempo con las altas temperaturas, y también para evitar el desperdicio y ahorrar energía, la marca de electrodomésticos Grundig nos da algunos consejos para elegir una nueva nevera.
Está claro que haciendo un buen uso de tu frigo, puedes ayudar a que los alimentos se conserven por más tiempo; pero si ha llegado la hora de cambiarlo por uno nuevo, hay aspectos que has de tener en cuenta, para que luego no haya sorpresas. ¡Vamos a las 4 claves para cambiar de frigorífico y sobrevivir a la ola de calor, esta y las que vengan!
4 claves para cambiar de frigorífico y sobrevivir a la ola de calor
- Tipo y tamaño del frigorífico
La primera de las 4 claves para cambiar de frigorífico es elegir el tamaño adecuado. No vas a comprar el mismo electrodoméstico si vives solo que si sois cuatro en casa, ¿no? También va a depender del tamaño de tu cocina, como es lógico. Teniendo en esto en cuenta, hay distintos tipos de frigo:
- De una puerta: suelen ser frigos pequeños que tienen el congelador integrado en un pequeño cajón interior. Aunque también los hay altos, sin congelador.
- De dos puertas: son los más comunes, tiene la puerta de la nevera y la del congelador.
- De cuatro puertas: que son formatos de frigo más anchos.
- Y el combi: un frigorífico de dos puertas y dos motores diferentes, uno para la nevera y otro para el congelador, como uno de los últimos modelos de frigorífico Grundig que hay en el mercado.
- Consumo energético
Esto viene dado por la eficiencia energética del electrodoméstico. Es una letra, en la que te deberás fijar para ver si el modelo que te gusta consume más o menos energía. Teniendo en cuenta que un frigorífico gasta el 30% de la electricidad que se consume de media en un hogar, no es ninguna tontería. No solo lo verás reflejado en la factura de la luz, sino que también ayudarás a conservar el medio ambiente. Los frigos que tengan la letra A serán los más eficientes, por lo que cuanto más se acerque el modelo que elijas a ella, mejor.
- Diseño
Obviamente, el diseño cuenta, tanto en el interior, como en el exterior. Aunque lo más habitual es el color blanco, hay frigos metalizados o de otras tonalidades. Se trata fundamentalmente de una cuestión de gustos, y de lo que te resulte más fácil de limpiar, por ejemplo. El funcionamiento del mismo no va a depender de cómo sea por fuera; sino más bien de las tecnologías que tenga integradas. Lo que nos lleva al siguiente punto.
- Tecnología e innovación
Si vas a comprar un electrodoméstico, una de las 4 claves para cambiar de frigorífico es mirar con detalle qué tecnologías innovadoras incorpora. Ten en cuenta que, aunque se trate de una gran inversión, no vas a cambiar de frigo cada poco tiempo, y puede que quieras tener una idea de qué hay en el mercado, para comprarte «lo último» o al menos algo moderno.
Algunas de ellas, presentes en los frigoríficos de Grundig, están enfocadas a una mejor conservación de los alimentos. Y son las siguientes:
- Sistema AeroFresh: un sistema de circulación del aire que mantiene los alimentos frescos durante más tiempo, según la marca, un 30% más.
- Tecnología VitaminZone: un cajón que con un sistema de luces LED imita el ciclo natural de la luz solar, para conservar durante más tiempo frutas y verduras, así como sus vitaminas y propiedades.
- No Frost: sistemas de frío independiente para nevera y congelador.
- Modo ahorro de energía: como por ejemplo el modo vacaciones, para que puedas adaptar la temperatura según las necesidades, sin tener que preocuparte por ello en el caso de los frigos inteligentes.
- Conectividad: si eres de esas personas que lo tiene todo en el móvil, ¿por qué no la nevera? Algunos frigos de la marca lo permiten. Para poder cambiar la temperatura, aunque no estés en casa.