Las ideas para regalar el Día del Padre nunca sobran: ¿qué tal sorprenderle con una barra de sonido TCL? Aunque algunos televisores modernos han mejorado bastante su sonido, lo cierto es que desde que se busca el mínimo volumen (más finos y compactos) la acústica se resiente. Por eso una barra de sonido es un complemento perfecto: para disfrutar de las series y películas con todo el esplendor de su banda sonora, pero también servirá como altavoz para poner música en el salón, tan fácil como enviársela dese el móvil por Bluetooth. TCL ofrece barras de sonido de muy buena relación prestaciones/precio y te damos tres ideas para regalar el Día del Padre: desde la muy completa Ray Danz hasta la compacta y económica barra TS6100 te presentamos tres barras al alcance de todos los presupuestos, desde 80 hasta 400 euros.
Alta gama: TCL Ray Danz TS9030
Esta barra es el «top» de la marca y por 400 euros ofrece un sonido de primera, además incluye un cajón de graves independiente (y sin cables). El año pasado recibió varios premios internacionales por su excelente relación prestaciones/precio. Y es que da mucho por ese precio: es una barra capaz de ofrecer sonido Dolby Atmos 3.1 con una potencia global de 540 vatios nada menos.
La TCL Ray Danz mide 105 centímetros de ancho por 11 de fondo y 5,5 de alto. Llama la atención su forma diferente de la mayoría de barras del mercado, con una parte central adelantada respecto del un «fondo» curvo, pero todo responde a su diseño acústico que separa esta barra de otras del mercado. Está pensada para usar las paredes cercanas de forma que ayuden a distribuir el sonido y que lo percibamos más «abierto», con mayor amplitud y en tres dimensiones.
En la parte central están los altavoces que corresponden a los tres canales frontales (izquierdo, central y derecho). El central dispone de dos vías (un altavoz dedicado a los agudos y otro para medios) y «dispara» de frente, mientras los canales laterales usan ese fondo curvado para emitir sonido hacia el punto de escucha de forma directa e indirecta (más lateral para rebotar en las paredes). Se gana así sensación de amplitud sonora sin efectos artificiales, mezclando el sonido en un ángulo preciso de difusión para crear una reverberación natural y un espectro de sonido más amplio.
Por otra parte, el cajón de graves inalámbrico mide 42 centímetros de alto por 24 de base y reforzará el sonido añadiendo emoción a las bandas sonoras, y ritmo a la música. Aparte del subwoofer (sin cables), la barra dispone de conexiones HDMI (entrada y otra ARC), digital óptica, auxiliar (jack estéreo de 3,5 mm) y USB. Es compatible con los formatos de sonido Dolby (Dolby Digital, Dolby Digital Plus, Dolby TrueHD, Dolby Atmos) y cuenta con controles táctiles y un mando a distancia dedicado, aunque la conexióm HDMI ARC permite controlar las funciones básicas (volumen) con el mando del televisor.
Por 250 euros: TCL TS8111 con subwoofer integrado
Un escalón por debajo de la Ray Danz, pero con un precio mucho más atractivo, la TCL TS8111 también es una barra grande. Mide 100 centímetros de ancho por 13 de fondo y 6 de alto, es decir, es más grande incluso que su hermana «mayor». El motivo es que la TS8111 lleva los altavoces para graves dentro, y no dispone de cajón de graves aparte, de ahí también su mejor precio. Es una sola pieza… y será más fácil esconderla con su embalaje para dar la sorpresa el Día del Padre.
El sonido que ofrece esta barra es «2.1», es decir, tenemos dos canales frontales (izquierda y derecha) a los que se añade el canal de graves para efectos, situado en la propia barra. Los canales frontales usan cada uno dos altavoces (agudos y medios separados) ubicados en ambos extremos de la barra. Mientras, los graves «disparan» hacia arriba aprovechando el mayor fondo de la barra para usar altavoces de mayor diámetro. Es una solución bastante habitual en las barras ésta de montar los altavoces dedicados a los graves de forma horizontal: deben ser lo más grandes posibles, porque así mueven más aire y consiguen mejor resultado con frecuencias bajas (graves más profundos y limpios). En total la barra suma 260 vatios de potencia máxima y su compatibilidad con Dolby Atmos le permite procesar sonido para que lo apreciemos en tres dimensiones: dispone de varios modos de sonido que lo adaptan al tipo de contenido (cine, música o deporte-directo) para que el efecto 3D sea más conseguido.
La TCL TS8111 es una barra de última generación y por ello incluye conexión HDMI eARC capaz de recibir los últimos formatos de audio del televisor (si es compatible, es decir también actual). Destaca que su HDMI es también compatible (pass-thru) para 4K, HDR y Dolby Vision. Además de las HDMI, tiene entradas óptica y auxiliar, USB y conectividad Bluetooth para poderla convertir en un altavoz de alta potencia al que enviar música desde cualquier dispositivo móvil.
TCL TS6100: 80 euros y sonido de cine
La esbelta barra TCL TS6100 es su oferta más económica. Mide 80 centímetros de ancho por 11 de fondo y 6 de alto (aunque parece más compacta por su diseño) e incluye dos canales, es decir tiene sonido «2.0». Compatible con Dolby Audio (no Atmos en este caso) sus dos canales (con sendos altavoces todobanda) suman 120 vatios de potencia máxima para, junto a su estudiada forma acústica, mejorar el sonido de un televisor plano hasta de gama media. Usa como la TS8111 el procesado digital con diferentes modos según el contenido, y sacar el mejor partido de su sonido.
La conexión es fácil: esta barra de sonido cuenta con una entrada HDMI-ARC con soporte HDMI-CEC, con solo un cable conectado al televisor, la barra de sonido se encenderá y apagará automáticamente cuando se encienda o se apague el televisor: un regalo para el Día del Padre libre de complicaciones… Además, se puede controlar el volumen de la barra con el mismo control remoto del televisor, lo que ofrece una gran facilidad de uso. Si el televisor no dispone de HDMI-ARC, podemos conectarlo usando al entrada digital óptica. Además la barra dispone de Bluetooth, USB y la entrada auxiliar universal (jack estéreo de 3,5 mm) para cualquier dipositivo portátil.