Esta mañana nos hemos levantado con un bombazo en el mercado tecnológico. Softbank, dueño de la firma de microchips ARM, ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con Nvidia para venderle ARM por unos 40.000 millones de dólares. Esta operación, que ya ha sido aprobada por las juntas directivas de las tres empresas, se convierte en la compra más grande de la historia en la categoría de semiconductores.
ARM fue adquirida por Softbank en 2016 por 31.000 millones de dólares. Sin embargo, el grupo japonés lleva algún tiempo queriendo vender algunos de sus activos más importantes. Finalmente ha sido Nvidia la que ha decidido invertir en una de las compañías de chips más conocidas del mercado.
La venta de ARM a Nvidia se financiará a través de acciones y afectivo. 12.000 millones de dólares se pagarán en efectivo, de los cuales 2.000 millones se pagarán en el momento de la firma. 21.500 millones de dólares se pagarán en acciones de Nvidia, entre otros, según detallaron en un comunicado conjunto. Además Softbank podrá recibir 5.000 millones de dólares extra dependiendo del éxito de ARM en los próximos años y de si se cumplen unos objetivos detallados en el acuerdo. Por último, se pagarán un total de 1.500 millones de dólares en forma de acciones de NVIDIA a los empleados de ARM.
Tendremos que esperar para ver qué nos trae esta venta
Una venta de esta magnitud no se tramita en días. Una vez alcanzado el acuerdo entre las compañías, la venta debe ser aprobada por los reguladores de los diferentes países y regiones en los que actúan estos dos fabricantes. Es decir, se necesita la aprobación de los órganos reguladores de Estados Unidos, Europa, China y Reino Unido. Así que este proceso podría demorarse, según los responsables, hasta 18 meses.
De momento Nvidia ha comunicado que ARM conservará su nombre y sede en Cambridge (Reino Unido). Desde este lugar la compañía se centrará en el desarrollo de IA para aplicar en campos tan diversos como la asistencia médica, la robótica o los vehículos autónomos.
Por otro lado, Nvidia planea construir en la sede de ARM un nuevo superordenador con Inteligencia Artificial. La idea es crear, según la propia compañía, un nuevo Internet de las Cosas, que será miles de veces más grande que el Internet actual de las personas.
De momento Nvidia ha comentado que ARM continuará operando con su modelo de licencia abierta, ya que este ha sido fundamental para el éxito de la compañía. Tendremos que esperar para ver si en un futuro esto cambia o qué estrategia sigue Nvidia.
