Mi experiencia de uso tras un mes con el Lenovo Yoga C930

Si lo quieres -casi- todo en un portátil, el Lenovo Yoga C930 es uno de los portátiles ultraligeros más versátiles y completos del mercado. Un equipo convertible con pantalla giratoria de 13,9 pulgadas, diseño muy ligero y preciosista, sistema de sonido Dolby Atmos y resolución 4K opcional para ver las aplicaciones y contenidos multimedia en gran detalle.

A eso hay que sumarle una autonomía de hasta 14 horas y media en el modelo Full HD (9 horas en el 4K), procesadores Intel Core i7 con hasta 16 GB de RAM y una memoria interna de hasta 1 TB en formato SSD. Y por si eso fuera poco, incluye también un lapicero táctil para llevar a cabo diseños y escritura manual. Casi nada.

Claro que, al margen de la potente hoja de presentación de este modelo hay otros elementos que solo se pueden descubrir con el uso. ¿Es cómodo de usar? ¿Qué tal las conexiones físicas? ¿El sonido está a la altura de lo que promete? He tenido la oportunidad de probar el Lenovo Yoga C930 durante más de un mes como ordenador principal. Esta ha sido mi experiencia y los pros y los contras que le he encontrado a este portátil premium, que tienes en tiendas por un precio que parte de los 1.200 euros.

Lenovo Yoga C930 pantalla invertida

Características del Lenovo Yoga C930

Lenovo Yoga C930
Pantalla Pantalla giratoria IPS de 13,9 pulgadas con resolución Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) o 4K UHD (3.820 x 2.160 píxeles)
Procesador y memoria RAM Hasta Intel Core i7 de octava generación
Hasta 16 GB de RAM
Memoria interna 256 GB / 512 GB / 1 TB en formato SSD PCIe
Gráficos Gráficos integrados Intel HD 620 Graphics
Sonido Barra de sonido giratoria con altavoces Dolby Atmos
Autonomía Hasta 14,5 horas en la configuración con pantalla Full HD
Hasta 9 horas en la configuración con pantalla 4K UHD
Conexiones 1 x USB 3.1
2 x USB tipo C compatible con tecnología Thunderbolt
WiFi 6
Bluetooth 5
Sistema operativo Windows 10 Home
Colores Gris acero, mica
Diseño y dimensiones Metal
322 mm x 227 mm x 14,5 mm (1,38 kilos)
Funciones destacadas Lector de huellas dactilares, lapicero óptico incorporado
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio Desde 1.200 euros

Lenovo Yoga C930 teclado

Diseño preciosista

El Lenovo Yoga C930 es un portátil que enseguida te entra por los ojos. Enamora al primer vistazo y es uno de los portátiles con el acabado más bonito que he probado hasta la fecha. Y eso que no es especialmente ligero, ya que sus 1,38 kilos lo colocan lejos de otros modelos punteros con el mismo tamaño de pantalla. Tampoco es su batalla, y eso se nota. Este modelo está hecho en metal con un atractivo color gris acero, que comparte todo el cuerpo excepto los marcos de la propia pantalla.

Uno de los elementos que más ha querido destacar la compañía de su diseño es la barra de sonido giratoria con sonido Dolby Atmos. ¿Qué significa que es giratoria? La pequeña barra de sonido funciona también como parte de la bisagra a la hora de girar la pantalla. No obstante, la gran novedad es que se mueve de tal forma que siempre tengamos la salida del audio de los altavoces hacia fuera. De este modo, se consigue una buena experiencia de sonido en cualquier posición del portátil. En cuanto a su propia calidad, sin llegar a ser de lo mejor que he escuchado en un portátil tiene un efecto envolvente bastante conseguido. No hace maravillas con los bajos, pero la experiencia está por encima de lo que se suele experimentar en un ultraligero. La solución es muy original y la construcción es robusta, por lo menos por lo que he podido probar durante este tiempo.

lenovo yoga c930 barra de sonido

En cuanto al teclado, las teclas tienen buena altura y están bien separadas entre sí. Quizás hecho en falta un poco más de resistencia en las teclas para dar más sensación de teclado mecánico. Pero lo que no me termina de convencer es algo común a muchos portátiles de Lenovo, que tienen la tecla de Intro muy pegada a la de la ç y además tiene un tamaño alargado pero poco ancho. Es decir, hasta que te acostumbras es muy sencillo que te confundas de tecla, aunque a estas alturas ya no ocurre casi nunca. Lo que sí me ha gustado es que el teclado está retroiluminado en un elegante color violeta, con dos grados de iluminación.

Si buscas un punto extra de seguridad en tu portátil, el Lenovo Yoga C930 incorpora un lector de huellas dactilares que puedes aprovechar con Windows Hello para iniciar sesión.

Lenovo Yoga C930 lapiz optico

Ahora bien, no podemos terminar este punto sin hacer una mención al lápiz óptico que incorpora el Yoga C930 de Lenovo. Si estás acostumbrado a realizar bocetos o dibujar con lápiz en tabletas, encontrarás este añadido realmente interesante. Su funcionamiento es preciso y se puede convertir en un accesorio interesante incluso para navegar con más comodidad a través de Internet o para firmar documentos. Eso sí, si no estás acostumbrado a usar este tipo de lapices corre el peligro de quedarse olvidado en su compartimento. Por cierto, este se encuentra a la derecha de la barra de sonido, muy cerca del botón de encendido y apagado. Quizás no sea la mejor idea porque a la hora de hacer presión para sacar el lapicero es muy fácil dar al botón de apagado por error.

Lenovo Yoga C930 pantalla 4K

Pantalla 4K opcional

En el campo de la pantalla, existen dos configuraciones distintas para este portátil. Las dos con pantalla de tipo IPS, pero lo que cambia es la resolución. Full HD en el caso de la opción de entrada y 4K en la más potente. En mi caso, pude probar la configuración 4K UHD. Personalmente, creo que a este tamaño de la pantalla puedes disfrutar de un buen nivel de detalle con la resolución Full HD y de hecho la mayor parte del tiempo bajé la resolución para no gastar tanta batería. En donde sí se nota más si cumple la pantalla es en los apartados de brillo y de tratamiento del color. La experiencia es buena con 300 nits para la pantalla, pero la verdad es que puede sufrir algo más cuando lo usas en exteriores. En cuanto al tratamiento del color, es capaz de cubrir el 99% del espacio sRGB. Los colores son vibrantes y tenemos la ventaja de que los ángulos de visión con este tipo de pantallas son muy altos, lo que nos permitirá ver la pantalla desde prácticamente cualquier posición sin que se deforme la imagen.

Lenovo Yoga C930 compartimento lapiz

Memoria interna y procesador

El Lenovo Yoga C930 opta por la memoria en formato SSD PCIe. En concreto, tenemos distintas configuraciones que van desde los 256 GB hasta 1 TB. La compañía ha anunciado que también incorporará más adelante una versión con memoria de 2 TB, pero de momento no se ha confirmado la fecha en la que estará disponible. En mi caso, he podido probar el modelo con 500 GB. En mi experiencia personal tanto la carga como la apertura de aplicaciones y archivos está a la altura de lo que se espera de un ultrabook de la gama premium. No obstante, siempre me gusta pasar al equipo por un test como CrystalDiskMark 7 para daros cifras concretas. La memoria del Lenovo Yoga C930 alcanza velocidades de escritura de casi 1.700 MB/s y de lectura de 1.645 MB/s. Datos muy buenos que marcan la calidad de esta tarjeta SSD.

lenovo yoga c930 portatil cerrado

En cuanto a su procesador, contamos con varias opciones hasta chips Intel Core i7 de octava generación. El procesador de nuestro modelo de prueba es el Intel Core i7-8550U, de cuatro núcleos a una velocidad de 1,80 GHz. Esta velocidad se puede llevar hasta los 4 GHz en los momentos que haya necesidad de más rendimiento. El procesador se combina con una memoria RAM de 16 GB (8 GB en la configuración de entrada). En definitiva, buena potencia para correr la mayoría de aplicaciones del universo Windows, pero no aquellas que necesiten mucho desempeño gráfico (no hay configuraciones con tarjeta gráfica dedicada).

Lenovo Yoga C930 logo

Autonomía media

¿Y qué hay de la autonomía? Este es el punto que más dudas me he generado durante la prueba del Lenovo Yoga C930. Según las cifras oficiales, podemos alcanzar hasta nueve horas de uso con la versión 4K y 14,5 horas en el caso de la versión con pantalla Full HD. En mi caso he probado el portátil 4K y la verdad es que se me queda algo corta la autonomía. Viajo a menudo y tengo la costumbre de trabajar desde mi portátil durante los desplazamientos. Al final, con un nivel de brillo cerca del máximo y con navegación y programas de ofimática el Yoga C930 ha solido aguantar alrededor de cuatro o cinco horas en algunas cargas. En este caso, me hubiera gustado comprobar el aguante de la configuración con pantalla Full HD.

Lenovo Yoga C930 diseño

Conexiones avanzadas con un pero

En el campo de las conexiones, se nota que estamos ante un portátil premium que apuesta por los conectores más avanzados. Las conexiones físicas se concentran en la parte izquierda, con dos puertos USB de tipo C 3.1 compatibles con tecnología Thunderbolt. Uno de estos puertos sirve también para llevar a cabo la carga del equipo. Los usuarios de corte más profesional agradecerán estos conexiones, pero si eres un usuario avanzado que quieres disfrutar de un portátil premium no le sacarás tanto jugo. En cuanto a los puertos USB de tamaño estándar, solo contamos con uno. Sin duda, se queda algo escaso si queremos conectar tanto un ratón como una memoria USB u otro tipo de periférico similar.

Dentro de las conexiones inalámbricas contamos tanto con Bluetooth de última generación como con WiFi 6 (WiFi AC) para poder conectar el portátil al ancho de banda de 5 GHz.

Lenovo Yoga C930 con lapiz

Precio y opiniones

El Lenovo Yoga C930 se puede encontrar en el mercado por un precio que parte de los 1.200 euros en su configuración de partida. Esta incluye una pantalla Full HD y un procesador Intel Core i5. En definitiva, estamos ante un modelo que se puede definir como preciosista por el cuidado que se ha puesto en su diseño. La barra de sonido giratoria es una idea genial para aprovechar la propia bisagra sobre la que gira la pantalla. Incluso se ha integrado el propio lápiz óptico en un compartimento por la zona anterior del equipo. Y todo ello manteniendo una armonía muy buena de todos sus elementos. Quizás en esta búsqueda por la armonía se han dejado algún que otro elemento, como por ejemplo un segundo puerto USB de tamaño completo.

Por lo demás, tanto la potencia como la memoria interna están en un nivel muy alto para un ultrabook, mientras que se echa en falta un punto más de autonomía y quizás algo de brillo del panel. Con todo, una buena opción para los usuarios que estén buscando un portátil premium con la versatilidad de la pantalla táctil giratoria y añadidos como el lápiz óptico.

Lenovo Yoga C930 final

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