Era una de las marcas que faltaba por presentarnos su terminal estrella de 2019. Y, perdón por el spoiler, pero: ha valido la pena. OnePlus tiende a competir en el mercado de la gama alta, donde parece que la competencia no es tan voraz. Y donde su OnePlus 7 Pro puede defenderse con varios puntos clave: una pantalla capaz de moverse a 90 Hz, una cámara que casa con los estándares más altos de calidad del momento y un rendimiento ridículamente ágil. Hemos podido probar todo esto (y más) durante una semana de uso a pleno rendimiento. Y aquí te dejamos nuestra experiencia.
Eso sí, antes de meternos en harina hay que decir que hemos probado un terminal con un software no final. Este OnePlus 7 Pro nos ha llegado con la capa de personalización Oxygen OS 9.5.2GM21BA, que no es la versión final con la que se presenta en el mercado el próximo día 18 de mayo. Algunos detalles visuales, funcionalidades y datos pueden variar ligeramente respecto a la versión comercial.
OnePlus 7 Pro, ficha técnica
Pantalla | 6,67 pulgadas, QHD+ de 3120 x 1440 pixels (516 ppi), formato 19,5:9, tipo Fluid AMOLED (curvada), con lector de huellas óptico integrado | |
Cámara principal | – Sensor de 48 megapíxeles (Sony IMX586) tamaño de píxel hasta 1,6 micras (4 en 1), f/1.6, EIS y OIS (vídeo 4K a 60 fps) – Sensor de 8 megapíxeles con objetivo telefoto de apertura f/2,4 y OIS – Sensor de 16 megapíxeles con objetivo ultra gran angular de apertura f/2.2 y ángulo de visión 117 grados |
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Cámara para selfies | Cámara periscópica de 16 megapíxeles (Sony IMX47), f/2.0, con EIS vídeo Full HD a 30 fps | |
Memoria interna | 256 GB formato UFS 3.0 | |
Ampliación | No | |
Procesador y memoria RAM | Qualcomm Snapdrafon 855 (Ocho núcleos hasta 2,84 GHz), 7 nanómetros / 12 GB de memoria RAM | |
Batería | 4.000 mAh, carga rápida Warp Charge (mitad de la carga en unos 20 minutos) | |
Sistema operativo | Android 9 Pie / OxygenOS | |
Conexiones | BT 5.0, GPS (GPS (L1+L5 Dual Band), GLONASS, Beidou, SBAS, Galileo (E1+E5a Dual Band), A-GPS), USB de tipo C, NFC, Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac, 2.4G/5G 2×2 MIMO | |
SIM | nanoSIM (dual SIM) | |
Diseño | Metal y cristal, cámara selfie periscópica, botón de vibración/silencio lateral, pantalla curvada, / Colores: azul, almendra, gris (dependiendo del modelo) | |
Dimensiones | 162,6 x 75,9 x 8,8 milímetros (206 gramos) | |
Funciones destacadas | Lector de huellas óptico integrado en pantalla, modo zen, modo juego, vibración háptica, pantalla a 90 Hz, modo noche, modo lectura, sonido Dolby Atmos, gestos para acciones rápidas en pantalla, refrigeración líquida | |
Fecha de lanzamiento | preventa el 15 de mayo a las 11.00 y fecha salida 18 de mayo | |
Precio | – 6 GB de RAM + 128 GB de almacenamiento: 709 euros – 8 GB de RAM + 256 GB de almacenamiento: 759 euros – 12 GB de RAM + 256 GB de almacenamiento: 829 euros |
La pantalla más ágil del mercado
Es lo primero que hemos probado nada más poner nuestras manos en el OnePlus 7 Pro, y resulta sorprendente en muchos aspectos, así que vayamos por partes. En primer lugar hablamos del apartado técnico, con un panel de tipo AMOLED en el que han trabajado con Samsung, pero que han vitaminado con unos cuantos e interesantes extras. Su tamaño es de 6,67 pulgadas, y ya te puedes despedir de notch, muescas y marcos. Prácticamente todo el frontal es pantalla. Incluso parte de los laterales, con una curvatura menos pronunciada que los edges vistos en Samsung que ayudan a que su ergonomía sea mayor. Lo interesante es que la resolución máxima es QHD+, y con semejante tamaño alcanza una densidad de 516 píxeles por pulgada. Según OnePlus hay más de 4,49 millones de píxeles en este panel, y eso es precisamente lo que le da un aspecto realista y lleno de detalle. La definición es realmente alta, el color saturado y el brillo más que suficiente en entornos luminosos. Además el ángulo de visión no implica distorsión de los colores. No cabe duda de que técnicamente es una gran pantalla.
Pero lo que nos ha ganado han sido sus 90 Hz de velocidad de actualización de pantalla. Un dato que marca la diferencia en muchos aspectos de la experiencia de uso. Todo se ve mucho más fluido que en cualquier otro terminal de gama alta del resto de compañías. Tener más velocidad de refresco supone mostrar antes las imágenes y evitar cualquier tipo de sensación de parpadeo. Pero también moverse más rápido por todo el terminal.
Nuestras primeras sensaciones aprovechando al máximo esta característica fueron con Pokémon GO. El juego luce luminoso y colorista, e incluso demasiado detallado en esta pantalla, pudiendo advertir las texturas con menor resolución. Pero es la fluidez y la sensación de que todo va casi acelerado lo mejor de todo. Para los gamers o jugones, esto supone sacar cierta ventaja a los contrarios que no cuentan con esta velocidad de refresco, y es que se ganan frames o fotogramas, agilidad en el desempeño y una sensación visual que es mejor vivir que contarla.
Este extra de la pantalla del OnePlus 7 Pro hace que la marca denomine al panel Fluid AMOLED (AMOLED fluido), con esa sensación como característica clave. Y es que no solo se nota en juegos, sino a la hora de movernos entre las pantallas de chats de WhatsApp o con solo acceder al menú de aplicaciones del móvil. Una sensación de mayor rendimiento y fluidez que no se disfruta en otros móviles.
También existe otro extra realmente interesante en torno a esta pantalla y su tecnología AMOLED. Consiste en el brillo, y en la emisión de luz azul, que se recorta a la mitad respecto a otros paneles similares, pero sin perder potencia de brillo. Es, por tanto, una pantalla cómoda para leer, tanto por su tamaño como por su capacidad para evitar la fatiga ocular. Pero es, además, el control del brillo lo que permite que podamos leer sin agotarnos la vista al conseguir emitir información a 0,27 nits de brillo. Prácticamente como si la pantalla estuviera apagada, por lo que leer a oscuras es posible con el OnePlus 7 Pro. Por cierto, si quieres usar este móvil para ver HBO, Netflix y otros servicios similares podrás disfrutar de su tecnología HDR sin problemas. Y su apartado de ajustes es realmente personalizable: tanto si queremos mantener la velocidad de refresco, como si queremos adaptar la resolución, o incluso potenciar los colores.
Ahora bien, lo que no hemos disfrutado tanto en nuestra experiencia es su sensor de luminosidad. Resulta algo lento para mantener el ritmo de uso de este móvil cuando pasamos de un entorno oscuro a uno muy luminoso. En modo de brillo automático se toma unos cuantos segundos para mostrar el contenido en espacios con luz directa. Algo que nos ha desesperado en ciertas ocasiones, siendo incluso más ágil desplegar la barra de notificaciones y ampliar el brillo manualmente.
El sensor de huellas óptico más rápido del oeste (y del este también)
Es el tercer pilar de este panel Fluid AMOLED (junto a la velocidad y a la tecnología del panel). Y es que el lector de huellas integrado en la pantalla puede competir directamente con cualquier lector de última generación no integrado en un panel. En las mejores y más rápidas lecturas logra un tiempo de 0,21 segundos en desbloquear el terminal. Prácticamente lo mismo que un lector clásico, y mucho más rápido que el resto de lectores ópticos integrados, o que incluso el ultrasónico de los móviles estrella de Samsung. Claro que, como hemos podido comprobar, no es siempre tan exacto como un lector habitual, pero sí sigue siendo más ágil y más acertado que otros sensores integrados que hemos probado.
Esto es posible porque OnePlus ha aumentado el tamaño del sensor hasta los 7×7 milímetros, y también ha añadido una tercera lente plástica al mecanismo. Todo esto, junto a renovados algoritmos, hacen que el lector integrado del OnePlus 6T quede atrás, junto con el resto de lectores similares. Además, OnePlus asegura que el sistema es todavía más seguro gracias a estos nuevos elementos.
Desde luego nos queda claro que han mejorado esta tecnología y que su avance será la nueva referencia del mercado para los lectores en pantalla. Ahora solo queda agrandar unpoco más el sensor para que no tengamos que encender primero la pantalla para ver la marca donde tenemos que poner el dedo. Será entonces cuando toda esta tecnología sea igual de cómoda que los lectores clásicos. Aunque en nuestra experiencia de uso con este lector hemos logrado olvidarnos del reconocimiento facial. Porque ¿dónde está la cámara para selfies?
Tres cámaras y un periscopio
El OnePlus 7 Pro ha llegado justo a tiempo a la moda de las cámaras periscópicas. Son el nuevo notch o muesca. La manera en la que aprovechar todo el frontal del móvil para incluir una pantalla sin agujerearla. En este caso el periscopio se sitúa en la parte superior izquierda del terminal, y apenas se eleva algo más de un centímetro sobre el cuerpo del terminal. El mecanismo produce un pequeño sonido en el proceso, que dura menos de un segundo. Y hasta donde lo hemos podido probar, resulta bastante resistente. Claro que habría que ver qué accidentes y situaciones pueden producirse en medio y largo plazo.
Según OnePlus, las pruebas de resistencia de este periscopio ofrecen una media de 150 selfies al día durante cinco años. Además, aunque no es recomendable, no se estropea si forzamos su reentrada en el cuerpo del terminal. Incluso han pensado en protegerlo si el móvil detecta una posible caída. En este caso, de manera automática, la cámara entra de nuevo en el móvil en menos de un segundo para evitar daños en la caída.
Pero ¿qué es capaz de hacer esta cámara para selfies tipo pop-up? Pues su sensor de 16 megapíxeles y su apertura f/2.0 dan bastante de sí. Los resultados son muy detallados a plena luz del día, y se mantienen cuando la luminosidad escasea, tal y como sucedía con el OnePlus 6T. Lo notamos en detalles como la textura de la ropa, los pelos de la barba o su incómoda capacidad para mostrar puntos negros. Eso sí, no busques el mismo nivel de detalle en la oscuridad, aunque cumple bastante bien. Además es un sensor rápido para capturar cualquier momento, aunque sumándole siempre el tiempo de menos de un segundo que tarda en activarse el periscopio.
Lo realmente interesante de este OnePlus 7 Pro reside en sus tres cámaras traseras. Como hacen el resto de fabricantes, deciden incluir tres para solventar diferentes problemáticas del usuario a la hora de hacer fotos. Equivalen a una cámara con un objetivo que va desde los 17 mm hasta los 78 mm, captando desde escenas angulares hasta detalles lejanos gracias a su telefoto.
El sensor principal es de 48 megapíxeles, y está firmado por Sony (IMX586). Lo interesante es que los píxeles son de hasta 1,6 micras, pudiendo reagruparse cuatro en uno para conseguir más información, calidad y detalle. De la luminosidad se encarga su objetivo de 7 elementos y apertura f/1.6. En nuestra experiencia las fotografías con este sensor resultan realmente luminosas y definidas. Los colores se ven algo más saturados que en la realidad, pero el acabado es gustoso. Y no importa que no haya luz, porque el objetivo resuelve bastante bien incluso de noche. Al menos en el aspecto del color y la definición.
Este sensor principal está acompañado de un segundo objetivo de 16 megapíxeles pero con un objetivo ultra gran angular. Su apertura es de f/2.2 y alcanza un ángulo de visión de 117 grados. Es decir, que si pulsamos sobre el icono del bosque (varios pinos agrupados) en la aplicación de cámara, ampliamos la visión para capturar una buena parte del entorno. Una especie de panorámica. Eso sí, en este caso el ruido en las fotografías aparece si no hay buena luz, y el detalle se ve reducido. Es, básicamente, una cámara de apoyo para situaciones particularmente amplias, pero no para conseguir la mejor instantánea.
Por último, hay un teleobjetivo de 8 megapíxeles (de 1 micra de tamaño) con apertura f/2.4 para capturar detalles lejanos. Es un aumento óptico de 3X, y resuelve realmente bien escenas lejanas sin perder detalle. Pero es necesario bastante luminosidad para evitar el ruido en las fotos. Podemos aumentar hasta 10x con un zoom digital que sigue respetando el detalle de las fotos, pero aumentamos la presencia de ruido.
El enfoque con estas cámaras traseras es ágil gracias a los dos sensores que se incluyen entre los objetivos. Contar con dos sensores permite medir rápido de cerca, medir de lejos, o incluso hacer un combinado de ambas capacidades para conseguir el mejor resultado. O, al menos, un resultado muy ágil. Y, por si fuera poco, se ha mejorado la tecnología HDR que manejaba OnePlus hasta la fecha, permitiendo combinar capturas para regular la exposición, los colores y mejorar el detalle todo lo posible.
Por supuesto, en esta semana de uso, también hemos usado el modo retrato ante diferentes circunstancias. Y nuestras sensaciones son agridulces. Por un lado está el correcto reconocimiento del sujeto (siempre y cuando mire casi de frente a cámara), respetando el pelo y elementos como gafas y otros detalles en el recorte. Además el desenfoque resulta más sutil y natural que en otras cámaras similares, aunque sin poder gestionarlo manualmente. Ahora bien, si no contamos con mucha luz, pronto encontramos ruido y detalles que se desdibujan. Algo que hace casi imposible usar este modo en entornos oscuros.
También nos ha dejado fríos el modo Paisaje nocturno. Han mejorado su tecnología de captura, y se evitan los destellos, se respetan los colores y se cuenta con bastante detalle teniendo en cuenta las condiciones. Pero no hemos logrado capturar tomas nítidas o colores brillantes en este modo. Casi resulta mejor tomar una instantánea con el modo automático y el sensor principal, el más luminoso.
Contar con esta configuración de triple cámara resulta cómodo y resuelve la inmensa mayoría de situaciones. Además, los detalles que el sensor principal es capaz de capturar le ponen al mismo nivel que el resto de cámaras de los móviles de alta gama de los demás fabricantes. Sin embargo, no podemos decir que consiga los mejores resultados del mercado. O que sean las cámaras más versátiles que hemos probado. Detalles como las fotos a contraluz o un mejor modo nocturno resultaría de lo más conveniente para confiar del todo en estas cámaras ante cualquier situación. Son cámaras capaces, sí, pero no consiguen los mejores resultados que hemos visto.
Rendimiento sorprendentemente rápido
Hay una diferencia notable en la experiencia de uso cuando estrenas un móvil y cuando llevas un año con él. Lo aprecias en el cambio entre aplicaciones, en el tiempo que se toma al encenderse, cuando accede una página web… Décimas de segundo que te acostumbras a esperar, pero que minan tu paciencia y tu productividad. Pues bien, nosotros estamos acostumbrados a estrenar móvil cada poco tiempo por nuestro trabajo, por lo que tenemos menos tolerancia a los tiempos de espera. Pues bien, este OnePlus 7 Pro, nos ha llegado a sorprender desde un inicio. Su velocidad de reacción es de agradecer. Es cierto que en una semana de uso poco podemos apreciar si este sistema se ralentiza. Pero ya comienza siendo más ágil que otros terminales, y es algo fácil de apreciar.
Hace unos cuantos años se hablaba especialmente bien del sistema operativo Android y los móviles que lo llevaban de serie, sin capas de personalización que arruinen la experiencia. La fluidez. Lo agradable de navegar entre aplicaciones sin retardos. Poco a poco esto parece haberse ido desdibujando con capas de personalización que añaden funciones y no tiempos de espera. Pero ha sido probar el OnePlus 7 Pro y darnos cuenta de que esto era lo que los usuarios más exigentes buscábamos. O, al menos, los que tenemos menos paciencia.
La pantalla hace mucho en esto de la experiencia fluida. Como ya hemos visto, los 90 Hz ayudan a que cada animación luzca con todo lujo de detalles y de manera ágil. Claro que también ayuda que cuente con el procesador Snapdragon 855 de Qualcomm. Y también tienen mucho que ver sus nada menos que 12 GB de memoria RAM (en el modelo que hemos podido probar durante esta semana). Todo el músculo que necesita para que todo fluya sin retrasos, sin parones y con una soltura mareante.
Son detalles, pero gracias a esta manera de funcionar nos hemos encontrado con animaciones de cambio de chats en WhatsApp que no reconocíamos después de meses de usos de terminales de gama alta. Situaciones que dotan de fiabilidad a este dispositivo ante cualquier situación imprevista. No es solo velocidad de uso, es saber que responde. Que no hay ninguna aplicación que se le atragante. Que contamos con una multitarea realmente ágil. O que puede ser utilizado como móvil gaming. Todos ellos, puntos a favor. Claro que habrá que ver si esto se mantiene en el tiempo.
Gran diseño, pero con unos gramos de más
No podemos decir que el OnePlus 7 Pro pase desapercibido. Si no es por su cámara periscópica es por su acabado en azul (el modelo que hemos podido probar). Refleja diferentes tonos según incide la luz en él, y resulta hipnótico. No cuenta con acabado de tipo espejo que tanto se lleva últimamente, pero tampoco se libra de las huellas que podamos dejar en él. Otro móvil no apto para dedos grasos.
Lo bueno de su diseño es que está realmente bien aprovechado. El frontal es prácticamente todo pantalla, con un único marco un poco más grueso en la parte inferior. Posee cuatro botones físicos: dos de volumen y uno de apagado y encendido. El cuarto botón en realidad es una pestaña deslizante que nos permite saltar rápidamente entre el modo vibración, sonido y silencio. Su textura es rugosa, así que lo podemos reconocer sin mirar, lo cual resulta conveniente en muchas situaciones.
Es un terminal grande. No hay duda. Al fin y al cabo son 6,67 pulgadas de pantalla más un poco de marco metálico. El problema, si es que llega a serlo, es que se nos antoja un tanto pesado. 206 gramos para ser exactos. No es nada descabellado teniendo en cuenta todo lo que hay dentro de este terminal. Y no resulta incómodo en el manejo, sobre todo si disfrutas con los terminales grandes. Pero es más de lo que nos gusta para un móvil.
Este OnePlus 7 Pro llegará al mercado en el mencionado azul (azul Nébula), y también en un estiloso y elegante color almendra, además del clásico gris al que OnePlus nos tiene acostumbrados. Eso sí, el color azul es exclusivo para el modelo con mayor capacidad.
La batería y la memoria: también son rápidas
Más allá de la capacidad de procesamiento y respuesta de este OnePlus 7 Pro, la compañía se ha centrado en otros aspectos básicos del uso en el día a día de un terminal. Cosas que su comunidad de seguidores, fans de la tecnología, sabrán apreciar.
En primer lugar está la memoria, que es de tipo UFS 3.0. Es decir, capaz de leer datos a una velocidad de hasta 2,4 Gbps. Lo que en cristiano significa que es 20 veces más rápida que cualquier tarjeta microSD. Las aplicaciones y archivos son procesados más rápidamente, y los tiempos de espera son menores. De nuevo, más fluidez a todo el equipo. Eso sí, para evitar un cuello de botella, los responsables de OnePlus han decidido equipar a su versión pro con 256 GB de capacidad y sin acceso a tarjetas de memoria. Suficiente para almacenar cualquier archivo, y sin frenar esta velocidad con la introducción de tarjetas microSD que no casen los estándares UFS.
Por otro lado está la batería, que tampoco se queda atrás en esto de avanzar respecto a lo visto en el OnePlus 6T. Tal y como sucedía en la versión McLaren de aquel dispositivo, la tecnología de carga rápida propietaria Warp Charge 30 llega dispuesta a dar energía al OnePlus 7 Pro. Un cargador no demasiado aparatoso incluye el chip de carga y toda la tecnología para permitir una carga segura de 30 watios. Esto se traduce en una carga del 50 por ciento de la batería en tan solo 20 minutos. Y no es precisamente una batería pequeña. El OnePlus 7 Pro llega con 4.000 mAh.
En nuestra experiencia, esta pila nos ha otorgado energía para todo el día. Y somos bastante exigentes, ya que usamos aplicaciones que hacen uso intensivo del procesador, la pantalla y el GPS. Juegos como Pokémon GO o un uso constante de Instagram ponen a prueba cualquier batería, y en este caso, al menos durante nuestra primera semana de uso, no hemos necesitado cargas extra para superar el día. Y, si así ha sido, nunca hemos invertido más de 10 minutos para conseguir unas cuantas horas más de autonomía.
Un móvil para gamers
La capa de personalización Oxygen OS llega sobre Android 9 en este OnePlus 7 Pro. Es prácticamente Android puro, pero con unos cuantos añadidos interesantes para los usuarios más preocupados.
Hemos disfrutado probando nuestra capacidad de atención gracias al modo Zen. Está escondido entre los iconos que podemos anclar en la barra de notificaciones. Con él desactivaremos nuestro terminal durante 20 minutos para centrarnos en lo más importante: pareja, amigos, trabajo… lo que sea. El móvil bloquea las notificaciones, y solo permite recibir llamadas durante ese tiempo. La idea es poder abstraerse y concentrarse, algo que nos parece muy buena idea hoy en día.
Más útil es aún el modo juego. Gracias a esta herramienta el OnePlus 7 Pro puede cortar tareas que quedan en segundo plano, bloquear la segunda SIM y reajustar sus recursos para ofrecer la máxima potencia y procesamiento gráfico durante la partida. Y también cortar las notificaciones. Todo lo necesario para jugar sin ser interrumpidos. Además, si tenemos inclinaciones de gamer youtuber también podemos capturar el vídeo y el sonido de la partida, incluso grabar nuestro rostro. Algo que viene muy bien a quienes quieren retransmitir partidas en streaming.
El software que llega por defecto también cuenta con una herramienta llamada RAM boost muy interesante también para los gamers. Consiste en detectar qué juegos y aplicaciones hacen un uso mayor de este recurso para precargarlas. De esta manera, al iniciarlas tardarán menos tiempo en responder, mostrando más agilidad que en cualquier móvil habitual. Nosotros hemos echado un par de partidas en Fortnite a lo largo de esta semana, y la verdad es que, junto al resto de potencia, no hemos notado ningún retraso. La tasa de frames se mantiene estable en los 29-30 (de momento no hay compatibilidad con 60 frames). Pero es que iniciar una aplicación o juego en este OnePlus 7 Pro es realmente ágil per se.
Por cierto, el terminal llega tras un estudio de ingeniería importante a sus espaldas. Algo que ha permitido a OnePlus introducir refrigeración líquida en el terminal. Los gamers sabrán bien lo que es, y la importancia que tiene evitar que los componentes internos se recalienten tras partidas duraderas. En el interior del OnePlus 7 Pro todo va por capas. Es una especie de sándwich de 10 capas capaz de ventilar el calor que puedan producir sus componentes. Desde luego nosotros no hemos notado problemas a este respecto en ningún momento de la prueba. Además lo usamos con una carcasa de silicona, pero sin percibir, ni durante las partidas, que el aparato se calentaba. De hecho, gracias a la tecnología Wrap Charge, ni siquiera se calienta durante la carga. Algo que nos permite jugar y cargar el terminal a la vez sin riesgo ni incomodidad.
Precio y conclusiones
Pero queda conocer el dato que marca la diferencia a la hora de comprar un dispositivo. El OnePlus 7 Pro llega al mercado español el próximo día 18 de mayo con tres precios diferentes según las capacidades del terminal.
– 6 GB de RAM + 128 GB de almacenamiento: 719 euros
– 8 GB de RAM + 256 GB de almacenamiento: 759 euros
– 12 GB de RAM + 256 GB de almacenamiento: 829 euros
La versión de 8GB de memoria RAM contará con los tres colores disponibles: azul, gris y almendra. Sin embargo, el modelo de 6 GB de RAM solo estará disponible en gris, y el de 12 GB de RAM en azul.
En conclusión, nos hemos encontrado con un móvil que apunta hacia la gama alta y que quiere hacerse un hueco en los precios que han dejado atrás otras compañías. Lo mejor de este terminal es la pantalla y el rendimiento. Y es que las sensaciones de agilidad, potencia y velocidad que ofrecen no son comparables a día de hoy con otros competidores. Y menos a estos precios. Los 90 Hz de refresco de la pantalla y un sensor integrado que lee nuestra huella tan rápidamente como uno normal es lo que más nos ha gustado. Lo hemos notado jugando, y en el uso diario. Y nos ha hecho olvidarnos de otras tendencias como el desbloqueo facial. Todo ello con la sensación de que usamos un móvil acelerado.
Pero no todo es bueno. O todo lo bueno que nos gustaría que fuese. Los sensores de las cámaras son capaces y resolutivos ante diferentes situaciones, pero no tantas como otros competidores. Ni tampoco ofrecen los mejores resultados que hemos podido probar en otros móviles de gamas altas. Eso sí, no hay que olvidar que el resto de terminales del mercado de esta gama han decidido acercarse a los 1.000 euros de precio. Además, respecto a su diseño, nos habría gustado algo más de seguridad en cuanto a la protección ante agua y polvo. Nos aseguran que resiste salpicaduras y humedad, pero no es un móvil sumergible. Y, aunque esto es más a título personal que una crítica, nos resulta un móvil algo grande y pesado. Básicamente está enfocado para consumir contenidos, cerrando así su target o público objetivo.
OnePlus quiere hacerse un hueco en la gama alta, y lo hace con una versión 7 Pro más que digna y capaz. Es difícil, por no decir imposible, encontrar un móvil con todas estas capacidades y tecnologías a estos precios. Eso sí, puede que sean atractivos especialmente para sus seguidores y los usuarios móviles más avanzados, quienes de verdad sacarán el máximo provecho a su gran pantalla y soltura en el desempeño de cualquier función.