Vivimos en una época de cambios constantes, y el mundo del ocio no lo es menos. El sector de los videojuegos está creciendo de manera vertiginosa. Actualmente existen multitud de posibilidades para jugar desde tu casa con amigos o con usuarios de todo el mundo. Esto ha provocado que las horas de ocio empleadas en este tipo de actividad se disparen y con ellas el negocio económico.
En el último mes hemos asistido a una auténtica revolución en la expansión hacia nuevas fronteras del entretenimiento. Desde la apuesta en firme de Google por el streaming de videojuegos, a las novedades que nos ofrecen los nuevos modelos Oculus. Todas estas propuestas nos invitan a realizar una pequeña reflexión sobre el momento que vivimos.
¿Qué está pasando con el ocio electrónico actualmente? Ésta y alguna cuestión más es lo que vamos a intentar desentrañar en las siguientes líneas.
La realidad virtual llegó ¿para quedarse?
El mercado de la Realidad Virtual ya es negocio establecido. Obviamente, primero tendrá que pasar un proceso de aceptación por parte del gran público mediante un acercamiento en forma de una tecnología más asequible, más democrática. Y eso es precisamente lo que hemos podido observar estas dos últimas semanas de la mano de Oculus, primero en el PAX 2019 de Boston y después en un evento de la compañía en Londres.
Sin duda, el año cero para el sector de la Realidad Virtual con unos estandartes con nombre propio, Oculus Rift S y, muy especialmente, Oculus Quest. ¿Por qué decimos esto? Pues porque estamos ante propuestas que buscan de verdad la democratización de la tecnología VR, y que no quede relegada a una propuesta comercial residual para un nicho de mercado muy concreto.
Ambos visores suponen una mejora significativa en cuanto a accesibilidad de la tecnología VR para un usuario que podría plantearse comprarse un PC eventualmente, o no. No lo necesitas. Además, al mismo tiempo, le ofreces una solución plug and play al usuario y un portal de juegos con un catálogo bastante notable. Todo facilidades.
Visores para todos, esa es la fórmula. Tanto si dispones de un PC gamer como si no. Lo que está claro es que aquellos que quieran empezar en el mundo de la realidad virtual no tendrán que dejarse sus ahorros en hacerse con un PC.
Otra cosa, es que finalmente acabe triunfando la fórmula por otra serie de cuestiones. Pero al menos la barrera de la funcionalidad o la económica no estarán entre ellas.
El futuro está en la nube
Hoy en día ya hay quienes creen que el mundo de los videojuegos se pasará a la nube, funcionando por streaming directo mediante internet. Hablamos del mismo sistema que te permite ver vídeos en directo sin descargarlos en Youtube. Exactamente la misma idea, pero aplicada a los videojuegos más punteros, que estarán funcionando en remoto pero reproduciéndose en nuestra pantalla.
La infraestructura para la aparición de videojuegos por streaming ya existe. Todos tenemos una televisión en casa y cada vez más recurrimos a la navegación en Internet a través de ellas, bien vía Smart TV bien Chromecast. Añadir esta oferta a sus servicios parece un paso lógico. Con los juegos en la nube, los jugadores podrán disfrutar del ocio electrónico sin la obligación de adquirir una plataforma de sobremesa.
Por supuesto, aún queda mucho para un despliegue total de este nuevo modelo de consumo de videojuegos, aunque ya existen propuestas concretas sobre la mesa. Propuestas tan interesantes como Stadia, desarrollado por Google, que promete la posibilidad de jugar y realizar streamings con resoluciones 4k, con HDR y a 60 fps desde cualquier dispositivo. O GeForce Now de NVIDIA, un servicio mediante el cual podremos convertir cualquier PC en un dispositivo capaz de ejecutar juegos con resoluciones Full HD a 60fps sin importar sus especificaciones técnicas.
No podemos obviar que para que este modelo llegue a tener éxito, aún quedan trabas técnicas que hay que superar. Por ejemplo, si pretendemos ejecutar mediante streaming un título demasiado exigente a nivel técnico sin que nos dé problemas de jugabilidad, serán necesarios varios centros de procesamiento de datos de gran potencia y una conexión estable y veloz tanto allí como en nuestra casa.
Nuevas formas de narración
El futuro de los videojuegos no depende solo de las tecnologías, sino también de las nuevas formas de contar una historia. Si queremos desarrollar una interacción más directa entre el jugador y el personaje, debemos superar los controladores convencionales (ratón, mandos, teclados).
Las nuevas tecnologías permitirán a los desarrolladores dar mayor relevancia a los aspectos relacionados con el lenguaje corporal y emocional, así como los elementos que aparecen en pantalla. La inteligencia artificial y el machine learning podrían ayudar a desarrollar detalles de la trama. El propio videojuego aprenderá a través de la experiencia del jugador durante la partida y elegirá la forma más adecuada para desvelar un nuevo descubrimiento que nos ayude a avanza en la historia.
¿Mandos? ¿Para qué?
Durante la última edición del CES, la compañía BrainCo se ha aprovechado de la tecnología conocida como interfaz cerebro-ordenador para crear un Scalextric que se controla con nuestra mente. Esta idea que parece sacada de una obra de ciencia ficción de serie B es posible mediante un sensor encargado de enviar la información de nuestras ondas cerebrales a una especie de ordenador central. Éste aumentará o disminuirá la velocidad de nuestro vehículo en base a nuestro nivel de concentración.
Más que una idea comercialmente viable, se trata de una curiosa propuesta que nos muestra hasta dónde se puede llegar actualmente. Ya veremos si el futuro pasa por controlar los videojuegos con la mente.
Conclusiones
No sabemos cuáles de estas ideas se quedarán en el camino, y cuáles no. Lo que sí está claro, es que los videojuegos suponen una parte importantísima del futuro del entretenimiento, en cualquiera de sus vertientes. No por nada, hablamos de un sector capaz de absorber y adaptar cualquier innovación tecnológica y ponerla al servicio de una historia.
