La marca china ZTE accede a pagar una multa de 1.000 millones de dólares en Estados Unidos para seguir vendiendo móviles con componentes de dicho país.
ZTE hace frente así a las consecuencias por haber incumplido las sanciones estadounidenses contra Corea del Norte e Irán.
ZTE paga una multa millonaria porque necesita componentes estadounidenses
Hace un año, el Departamento de Comercio de Estados Unidos condenó a ZTE por violar las sanciones hacia Irán y Corea del Norte que impone el país americano. La firma china fue condenada a siete años de restricciones en exportaciones.
En la práctica, la condena suponía una prohibición a las empresas estadounidenses de vender componentes a ZTE.
La empresa china admitió las infracciones y tuvo que pagar más de 1.200 millones de dólares en multas. Al mismo tiempo, se desató una crisis dentro de ZTE que obligó a varios dirigentes a dimitir y acabó con bastantes despidos.
Los expertos calculan que casi un 25% de los componentes que necesita ZTE para sus móviles se fabrican en Estados Unidos. No hay que olvidar que la empresa utiliza procesadores Snapdragon de Qualcomm (una empresa de San Diego) para sus teléfonos de tope de gama.
Ahora, la empresa ha accedido a pagar la multa impuesta por el gobierno, que llega a los 1.000 millones de dólares, a cambio de una retirada en las restricciones.
Se trata de una decisión complicada para ZTE, que se había quedado durante un año entre la espada y la pared. Aceptar la culpa y asumir un pago tan elevado daña la reputación de la compañía.
Sin embargo, renunciar a los productos estadounidenses durante un total de siete años habría supuesto la ruina para ZTE. La empresa habría tenido que buscar todos sus componentes en fabricantes de otros países, una tarea difícil y larga de completar.
En un comunicado oficial, ZTE ha pedido disculpas a los clientes, proveedores e inversores por la situación y por el pago de la multa. La empresa también se ha comprometido a retomar su posición en el mercado y a seguir mejorando para luchar contra la competencia.
Yin Yimin, director ejecutivo de ZTE, ha explicado que «esta situación refleja problemas que existen en nuestra filosofía de empresa y también entre los directivos».
En el comunicado se achaca el problema a errores cometidos por varios directivos y empleados de ZTE.
ZTE quiere reconciliarse con EEUU, pero siguen las sospechas
Parece que los próximos meses serán complicados para ZTE, sobre todo en su producción de teléfonos móviles. La empresa tiene varias ramas de negocio y ofrece servicios como tecnologías para el transporte en otros países, pero necesita recuperar su reputación y la venta de smartphones.
Las circunstancias no están a su favor. Estados Unidos y China están en vueltos en una auténtica guerra comercial y de espionaje industrial.
De hecho, en varias ocasiones Estados Unidos ha acusado a compañías tecnológicas chinas de espionaje. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, ZTE y Huawei, dos de los fabricantes chinos más importantes.
En la cuestión de los componentes, ZTE declaró inicialmente que las multas y restricciones impuestas por Estados Unidos eran excesivas. La empresa se negó en un principio a hacer frente a las sanciones por considerarlas injustas.
