La nanotecnología ha avanzado enormemente en la última década, permitiéndonos comprimir dispositivos de gran potencia en muy poco espacio. Podría parecer entonces que ya no hay hueco en la actualidad para los superordenadores. Pero sí existen, y son muy necesarios.
En el Centro de Supercomputación de Leibniz, en Munich, Alemania, se acaba de instalar un nuevo y masivo ordenador de gran capacidad y tecnología puntera, en colaboración con Lenovo e Intel. Este superordenador se encargará de administrar gigantescos volúmenes de datos, así como de procesarlos y analizarlos, sirviendo para acelerar proyectos de investigación por todo el mundo.
Como ejemplo de sus funciones está la reciente simulación del terremoto de Sumatra-Andaman (Indonesia). Este tipo de ejercicios permiten planificar escenarios en tiempo real, evaluar daños y pérdidas, así como plantear formas más eficaces de evacuar población o evitar derrumbes. Son procesos que exigen tratar con datos a una gran velocidad, y sus resultados afectan a políticas públicas y privadas, pudiendo salvar vidas en el camino.
Objetivos a medio plazo
Este superordenador (de nombre SuperMUC-NG) ofrecerá soporte al Centro de Supercomputación de Leibniz en investigaciones que se desarrollarán en varios campos durante 2018. Se prevé que sea utilizado en disciplinas científicas como la astrofísica, la dinámica de fluidos o las ciencias de la vida.
Además, también proveerá servicios de computación de alto rendimiento (HPC), de alta disponibilidad, tareas de seguridad y de gestión energéticas. Sin duda será una fuente de ayuda importante para el avance de diversos trabajos de investigación científico.
Desde el punto de vista de la historia de Lenovo, esta instalación supondrá un hito, ya que significará el servidor número veinte millones instalado por el Lenovo Data Center Group. Un motivo de celebración para la empresa china.
Siempre es placentero comprobar cómo los últimos avances tecnológicos se usan para ayudarnos a progresar, además de permitirnos crear divertidos animojis o jugar a juegos en realidad virtual. Divertirse está bien, pero el uso de la tecnología para mejorar aspectos de la vida en el mundo es la mejor de las noticias posibles.