Chrome, Microsoft Edge o Firefox, ¿con cuál navego?

Desde la aparición de Windows 10, la competencia por los navegadores en PC se amplió con un nuevo participante: Microsoft Edge. La nueva creación de los de Bill Gates incluye funciones novedosas que buscan ampliar los horizontes del navegador clásico. Sin embargo, tiene enfrente dos adversarios potentes, el todopoderoso Chrome de Google y Firefox, la primera gran alternativa en navegadores que todaví­a se mantiene activa. ¿Cuál es mejor opción entonces? Vamos a echar un vistazo a las caracterí­sticas distintivas de cada uno de los tres navegadores, para ver cuál puede ser mejor alternativa.

Chrome

Empecemos por el rey. Supera ya el 50 por ciento de uso en hogares y empresas. Apareció en 2008 y desde entonces no ha hecho más que crecer. Sus caracterí­stica principal es que integra nuestra cuenta de Google, por lo que podemos usar en cualquier lugar con todas las personalizaciones que tengamos. Entre esas personalizaciones se encuentra un menú de marcadores muy visual que nos permite tener nuestras páginas favoritas a mano.

El otro gran elemento de personalización, que ha sido rompedor respecto a otras opciones, es que incluye un sistema de extensiones. Cada extensión permite optimizar un aspecto concreto del navegador. Hay extensiones que se han hecho célebres, como el AdBlock o el Ghostery, y luego hay un mundo entero de posibilidades para hacer de nuestra sesión de navegación una experiencia adaptada a nuestras necesidades.

Además de ello, Chrome inauguró la posibilidad de usar la barra de direcciones como buscador, función que con los años fuimos encontrando en otras alternativas, como Firefox. Google, por su lado, adaptó otros elementos del navegador de Mozilla, como las sesiones privadas (en Chrome se llaman de incógnito) o las pestañas. Por último, Chrome integra el traductor de Google, lo que facilita su uso mucho y nos permite acceder a contenido en otros idiomas de una manera más intuitiva.

En el lado de sus debilidades, Google Chrome es tristemente famoso por consumir más RAM que ningún otro navegador. Otro de sus elementos más criticados es que todos los datos de nuestros historiales estén en posesión de Google, con los potenciales usos comerciales que puedan derivarse de ello.

Firefox

Firefox fue un navegador rompedor al ser el primero en introducir pestañas para navegar por nuestro PC. Es un proyecto nacido del código libre que, aunque ya ha pasado sus dí­as de gloria, a dí­a de hoy sigue siendo el segundo más usado después de Chrome. ¿Cuáles son sus principales puntos positivos? Su seguridad ante todo. Aparte de las pestañas de navegación privada (en lo que también fueron pioneros), utiliza el protocolo https y tiene funciones como el botón Olvidar, para hacer que la información de navegación se borre de manera automática. Aparte, Firefox integra un sistema de control de malware y phising y virus.

Otro elemento interesante de Firefox es que, al ser un proyecto de código abierto, pueden realizarse modificaciones para personalizar el navegador a nuestra manera. Como consecuencia, hemos visto aparecer sub-navegadores basados en Firefox como Flock, Miro, GNU IceCat y Songbird.

En cuanto a la comodidad de uso, Firefox ha desarrollado Firefox Sync, un sistema para poder tener usuarios donde guardar los marcadores y las personalizaciones de ajustes. Exige realizarse una cuenta en Firefox, y eso sí­, no garantiza que los historiales se compartan.

Su punto débil más grande es que Chrome también ofrece gran parte de todas sus funciones de seguridad (sobre todo a través de extensiones). Además, el formato de las pestañas y las sesiones privadas tampoco son propiedad exclusiva de Firefox. Es, de todas las opciones, la que menos posibilidades nuevas ofrece.

Microsoft Edge

Y terminamos con el aspirante. Como comentábamos al principio, la última creación de Microsoft quiere llevar la idea del navegador un paso más allá de lo que estamos acostumbrados, y por eso introduce algunos elementos interesantes en materia de navegación. Principalmente, los que tienen que ver con la adaptación al trabajo. Por ejemplo, el modo lectura nos permite variar la interfaz para poder seguir un texto con mayor fluidez, y además, nos permite hacer anotaciones.

La opción de las anotaciones es posible porque Microsoft Edge está optimizado para poder usar un lápiz óptico. Con portátiles convertibles o con algunos sobremesa, podremos ampliar enormemente las posibilidades del trabajo sin tener que descargar necesariamente archivos ni usar programas especiales. Otra herramienta muy útil es la de poder reservar pestañas para usar más tarde. De este modo podemos organizarnos el trabajo mejor sin tener desplegados una lista interminable de pestañas.

Por último, uno de los puntos fuertes de Microsoft Edge es que cuenta con Cortana, el asistente virtual de Windows, integrado en el sistema. Nos puede servir para conseguir rápidamente información, datos que el asistente irá recopilando y aprendiendo para futuros consejos. Por ejemplo, sitios para ir a cenar, letras de canciones que estemos escuchando o cualquier otra duda que tengamos. Como detalle extra, tiene la posibilidad de elegir un diseño oscuro o claro para nuestro navegador.

Conclusión

Sobre el papel, y hablando de usuarios de PC, Microsoft Edge parece el navegador más completo e innovador. En el otro lado de la balanza se encuentra Firefox, que parece que es el que menos valor añadido genera actualmente, principalmente el de la seguridad y estar lejos del control de Google. Chrome se encuentra en el centro porque, aunque no parece haberse actualizado en ciertos elementos, como sí­ lo ha hecho Microsoft, tiene sin embargo la interfaz más personalizable y cómoda, y cuenta con el valor de la fiabilidad: la mayorí­a de gente lo usa y le va bien.

Microsoft ha hecho bien los deberes al crear este Microsoft Edge, ya que ha incluido también un sistema de extensiones, que funciona a través de la tienda de Windows, incluye ventanas privadas y se pueden guardar los ajustes al usar nuestra cuenta de Outlook. Además, la última propuesta de Microsoft ha reducido el consumo de recursos al optimizar su uso a Windows 10. Su mayor reto y problema consistirá en convencer a todos los usuarios que no quieren tener nada que ver con Explorer que su nueva creación vale la pena.