Un buen día pedirás un taxi y en vez de llevarte a tu destino por la carretera lo hará surcando el cielo. Al menos, ese es el deseo de Uber que se ha hecho con los servicios de un ingeniero de la NASA para convertir esta idea en una realidad. Mark Moore se ha convertido en el director de ingeniería del proyecto Elevate.
Uber quiere convertirse en el sinónimo de revolución. El pasado mes de octubre presentaron un proyecto bastante innovador a la par de futurista: Elevate. El objetivo es crear una especie de taxis aéreos con los que quieren ayudar a aliviar un poco la movilidad de las ciudades. Es decir, grandes urbes como Madrid o Barcelona tendrían otra vía de escape para todos aquellos que necesitan desplazarse todos los días. Algo que sin duda parece sacado de una película de ciencia ficción, ya que se trata de vehículos que despegan y aterrizan de forma vertical.
Pero nada más lejos de la realidad, Uber quiere acelerar este proyecto y para ello ha contratado a un veterano ingeniero de la NASA. Así ha sido como Mark Moore se une al proyecto Elevate, después de haber presentado en el año 2010 un informe por el cual mostraba que los aviones eléctricos tenían viabilidad, estos podrían despegar y aterrizar como si se tratase de helicópteros, solo que tenían un tamaño mucho más reducido y además eran más silenciosos. Así es como afirmó que este tipo de vehículos podrían convertirse en una alternativa viable y veloz para los traslados diarios.
De hecho, este informe llegó a manos de Larry Page -cofundador de Google- quien se mostró emocionado con la idea. Como curiosidad, llegó a financiar sin que se hiciera público a dos empresas emergentes llamadas Zee Aero y Kitty Hawk, además de buscar llevar a la realidad este tipo de transportes.
En cuanto a Mark Moore, ha estado enrolado en la NASA los últimos 30 años, y ahora pasará a formar parte de Uber donde será el director de ingeniería del proyecto Elevate. Como él mismo ha dicho, la idea de irse a Uber y no a Google, ha sido que ve a la empresa como la que está en una posición más fuerte para el desarrollo de estos vehículos que ahora mismo vemos como muy futuristas.
No hay ninguna confirmación oficial sobre que Uber esté ya trabajando en este taxi volador, ya que de momento sus esfuerzos están centrados en la viabilidad del mismo. Hay diversos problemas sobre los que deben trabajar en primer lugar, ya que por ejemplo existe una vida limitada para las baterías. Por otro lado, también está la contaminación sonora, aunque no hagan el mismo ruido que un helicóptero, tampoco es que sea algo excesivamente silencioso. Y está en estudio su eficiencia. Aunque todo esto no parece ser inconveniente para un Moore que ha expresado su satisfacción por haber llegado a Uber.
Pero no solo eso, también hay que proyectar la fabricación de estos vehículos. Igual que hizo con su coche autónomo, Uber subcontratará a alguna empresa para que lleve este proyecto a cabo. Hay que resolver, además, el uso del espacio aéreo. Ya que estos taxis voladores necesitarán sitios para aterrizar y despegar.
Hasta el momento no se puede hablar de fechas, y mucho menos en algunos sitios donde todavía no llega ni el AVE. Pero desde Uber tienen un documento por el que en 2025 se podrían llevar a cabo las primeras pruebas. En caso de conseguirlo, estaríamos cada vez más cerca del ansiado futuro que muchos sueñan.