La empresa surcoreana Samsung Electronics sigue teniendo el apoyo de inversores, a pesar de un año pasado repleto de contratiempos. Sobre todo, la retirada del Samsung Galaxy Note 7 por sus problemas con la batería. Este caso podría haber hecho temblar los cimientos de la compañía y la confianza de sus inversores, pero nada más lejos de la realidad. La compañía acaba de cerrar hoy su jornada en la bolsa de Corea con una subida del 2.83% en el valor de sus acciones, lo que se traduce en 1.866.000 de wones por acción, algo menos de 1.500 euros al cambio. La cifra en frío no dice mucho, pero sí el hecho de que sus acciones se hayan situado en un máximo histórico.
Este repunte de beneficio se debe, seguramente, a las previsiones optimistas de los resultados del cuarto cuatrimestre del pasado año 2016. Samsung compartirá sus resultados económicos en los próximos días y todo indica que cerrará el año 2016 con beneficios. La intención de la compañía es crecer un 50% año tras año y aunque el varapalo sufrido por los acontecimientos con el Note 7 supuso una nota de inflexión la compañía se aprovecha de la fortaleza que tiene en otros campos como la fabricación de pantallas táctiles o los procesadores.
En el campo de los móviles, Samsung ya está preparando el nuevo lanzamiento de su terminal estrella. El Samsung Galaxy S8 está creando unas expectativas tremendas y por el que no cesan los rumores de su diseño y las diferentes características y funciones que lo conformarían.
Octubre, un mes negro para Samsung
El caso del Samsung Galaxy Note 7 no ha dejado indiferente a nadie. Un terminal que llegaba al mercado dispuesto a convertirse en un verdadero superventas. No obstante, al poco de su lanzamiento se empezaron a registrar casos de equipos que comenzaban a arder de forma espontánea. Samsung tuvo una respuesta muy rápida a este problema al retirar directamente todos los smartphones que había vendido ya (en ese momento todavía no había salido al mercado español). La compañía comenzó poco tiempo después a devolver Galaxy Note 7 que tenían otra batería y que se suponían seguros. No obstante, los problemas continuaron en los nuevos terminales y probablemente el mayor error de la firma fuera este empeño en solucionar rápidamente el problema.
Al final, Samsung decidió retirar por completo el Samsung Galaxy Note 7 de la circulación. A este caso también se unieron en estos meses algunas sentencias contrarias en su eterno litigio con Apple, que comenzó en 2011 por supuesto plagio del iPhone. Aunque la compañía ha tenido que pagar en este tiempo más de 500 millones de euros a la compañía de la manzana, a finales de este año un Tribunal de Estados Unidos desestimó una de las demandas más importantes de Apple. La empresa coreana considero este fallo del Tribunal como una «decisión histórica».
2016 no pudo con Samsung y parece haber salido más reforzado que nunca. Estaremos atentos a la presentación, el próximo mes de abril, de su nuevo buque insignia, el Galaxy S8.