Es como un patito de goma de los de toda la vida, pero cuesta más de 100 euros. Esto significa que no puede ser como un patito de goma de los de toda la vida, ¿verdad? Y es que en su interior hay vida: vida inteligente. Se trata de uno de los juguetes estrella de las tiendas de Apple y es el protagonista del proyecto de una startup llamada Pi Lab. Pero Edwin no es, como decíamos, un patito de goma al uso. Sus creadores fundaron la empresa para comercializar cargadores y adaptadores, pero lo que de verdad triunfó entre su audiencia fue Edwin. Cuentan que Inmon, uno de los fundadores de Pi Lab, se inspiró en el patito de goma más grande del mundo que flota en el puerto Victoria de Hong Kong, una obra del artista holandés Florentijn Hofman. Así, aprovechando el sentimiento que a todos nos despierta el entrañable patito, Inmon se puso manos a la obra para dotar a Edwin de algunos poderes especiales. Estos poderes cuestan casi 100 euros, pero lo cierto es que en apenas dos años se han comercializado decenas de miles de unidades. ¿Qué tendrá este pato?
Edwin es un patito que encierra un altavoz Bluetooth en su interior. Pero también incluye un acelerómetro, un termómetro infrarrojo y una batería de litio recargable. Por fuera está fabricado en silicona, de modo que es muy agradable al tacto – tanto como cualquier patito de goma de los de antes – y es resistente al agua: claro, como sus ancestros, Edwin también puede flotar en el agua, muy a pesar de que por dentro esté repleto de circuitos y componentes metálicos. ¿Y para qué sirve? Pues bien, está diseñado para toddlers, o lo que es lo mismo, niños pequeños de entre uno y cinco años y no es otra cosa que un juguete de lo más completo. Además de usarlo en el agua, Edwin cuenta historias, canta canciones y ofrece toda una serie de rompecabezas para resolver. Todo a través de una aplicación que los padres podrán descargar en sus móviles y usar de manera complementaria.
Las nanas y canciones que quieran escuchar se sincronizan con el patito – desde el móvil o la tableta – y las luces se ajustan con las historias que los niños pueden leer junto a sus padres desde cualquiera de estos dispositivos. De hecho, también puedes usar el patito como luz nocturna o quitamiedos para aquellos que no quieren oír ni hablar de dormir con la luz apagada. El uso más mundanal que tiene el patito Edwin es el de leer la temperatura en el agua. No hay que olvidar que se trata de un gadget resistente al agua, así que sus componentes electrónicos jamás se estropearán. Además y para tu tranquilidad, debes saber que Edwin está fabricado con materiales sin bisfenol A, de modo que es totalmente seguro para los niños.
La batería se carga de manera inalámbrica (en la caja de venta también viene una base o nido) durante 4 horas, con las que podrás obtener hasta 8 horas de autonomía: más que suficiente para una o varias jornadas (todo dependerá del uso que hagáis de Edwin) si volver a pasar por el enchufe. Sea como sea, si cada noche lo guardas en su base, tendrás garantizada la batería para todo el día.
¿Te has enamorado de Edwin? Si quieres regalarle este gadget a tu hijo, no tienes hacer más que acudir a una Apple Store, aunque también lo tienes en la propia tienda online de Amazon. ¿Su precio? 115 euros, con los impuestos incluidos.
