GoPro Karma vs DJI Phantom 4, los mejores drones cara a cara

La carrera de los drones por surcar los cielos es imparable. Más allá de los verdaderos vehí­culos no pilotados que ya se usan en toda clase de misiones militares, los cuadricópteros del mercado se están haciendo un hueco entre los apasionados del aeromodelismo, la fotografí­a y los ví­deos. Pero ¿cuál es el mejor dron? ¿Quién ha desarrollado la mejor herramienta de vuelo y grabación? DJI y GoPro se han lanzado de lleno a este mercado, aunque no son los únicos. Esto es un cara a cara entre sus mejores drones: GoPro Karma vs DJI Phantom 4.

Diseño

Lo primero que llama la atención de estos dispositivos es su aspecto visual, sin duda. El DJI Phantom 4 ha conseguido marcar su propia tendencia con un cuerpo cuadrado aunque sin aristas. Pero es la disposición de sus hélices y sus carismáticas patas lo que ha logrado que cualquier usuario que ve uno de estos dispositivos voladores lo reconozca con un golpe de vista. Además, la posición de su cámara, en la parte baja, ayuda a su imagen distintiva, además de permitirle tomar cualquier plano aéreo. Un punto importante son sus hélices, que pueden ser reemplazadas cómodamente en caso de que se rompan. No tanto sus patas, que están integradas con el diseño, aunque reciben los golpes de los aterrizajes.

Por su parte, el dron de GoPro, Karma, parece haber sido pensado para un uso algo más adaptable. Y es que se trata de un vehí­culo fácil de transportar, el cual cuenta con un cuerpo alargado y con brazos abatibles. Esto, junto a sus hélices y a sus patas de aterrizaje, todo ello abatible, permite que se pliegue y ocupe un pequeñí­simo espacio. Tanto es así­ que GoPro vende su dron Karma con una mochila bonita y resistente donde llevar todos sus componentes sin que ocupe más que eso, una mochila al uso. Tampoco hay que olvidarse de que este dron se desmonta, pudiendo extraer el brazo donde se monta la cámara GoPro Hero4 o 5 y que permite ser utilizado como una steadycam o cardán (estabilizador de imagen con varios ejes) para grabar escenas a mano cómodamente. Pero las piezas del Karma no solo son útiles por ser abatibles y portables, sino porque suelen ser los componentes que más se rompen debido a los golpes y caí­das. Así­, GoPro se asegura que estos elementos puedan ser repuestos con toda comodidad y sencillez.

En este aspecto GoPro ha sabido ofrecer algo que DJI no hace, ganando en portabilidad y con un diseño que, aunque no resulta tan icónico, sí­ es práctico para cambiar entre tomas aéreas y a mano sin traqueteos ni temblores.

Aspecto técnico

Es en este aparatado donde se descubre que GoPro llega tarde a esto de los drones. Y es que su gadget volador queda por debajo en la mayorí­a de los aspectos técnicos si lo comparamos con la última edición del Phantom. Algo que deja al descubierto que esta comparativa no es del todo justa, enfrentando por un lado un dron portable de una compañí­a nueva en este mercado, con un dron comercial más potente de una compañí­a que ya lleva varios años trabajando en esta materia.

Esto se traduce en cuestiones como una autonomí­a menor por parte del GoPro Karma, que se queda en unos 20 minutos, mientras que el DJI Phantom 4 es capaz de mantenerse en el aire durante casi media hora (28 minutos). Tiempos que siempre se ven afectados dependiendo de las condiciones climáticas y la tecnologí­a en uso del dron. Lo mismo sucede con la distancia del rango de control, que el Karma asegura en un kilómetro, mientras que el Phantom 4 lo amplí­a hasta los 5 kilómetros de distancia. Y se repite con la velocidad de estos dispositivos, siendo menor la de Karma, con una máxima de 35 km/h, frente a los 72 kim/h del Phantom 4.

Cuestiones que posicionan en mejor lugar al equipo volador de DJI, con una clara superioridad técnica. Y no solo en los valores comparables, sino en la tecnologí­a que añade y que Karma no tiene: brújulas duales, unidades de medición inercial, sonar de altitud y otros sensores más.

Modos de vuelo

GoPro ha anunciado su Karma como el dron fácil de pilotar para usuarios inexpertos. De hecho, su mando cuenta con unos pocos botones para no abrumar al piloto, consiguiendo además que el dron vuelva a su posición original de despegue para aterrizar automáticamente. Cuestiones que el Phantom 4 de DJI no tiene que envidiar.

De hecho, gracias al apartado técnico avanzado del Phantom 4, es posible aprovechar otros modos de vuelo muy interesantes para aquellos que quieran grabarse en ví­deo o conseguir buenas tomas en movimiento sin necesidad de otra persona. Por ejemplo, su cámara es capaz de detectar y fijar un elemento móvil y perseguirlo, consiguiendo escenas sorprendentes y profesionales para deportistas. Otro modo permite geoposicionarlo por satélite, programándolo allá donde se quiera mover para preparar una escena. Por último, cuenta con un modo velocidad para tomas rápidas. Todo ello sin olvidar su tecnologí­a de detección de objetos y obstáculos que le permite esquivar automáticamente cualquier inconveniente del camino.

Esto hace que verdaderamente cualquier usuario, sea piloto o no, pueda controlar un dron sin destrozarlo contra un árbol o una roca. Algo que de momento GoPro no ha implementado, aunque el control de su Karma sea sencillo y cómodo.

Controles

Y muy estrechamente relacionado con lo anterior están los mandos con los que se pilotan estos drones. En este caso GoPro ha apostado por crear un mando completo para su dron. Éste incluye una pantalla de 720 pí­xeles de resolución y panel táctil que ayuda al usuario tanto con el tutorial de pilotaje, como para establecer los diferentes modos de vuelo y opciones. Todo ello en un mando robusto y grueso pero realmente simplificado. Casi como si se tratase de un mando de videoconsola. Cuenta con dos joystick y dos botones en la parte frontal (encendido y apagado y retorno al punto de despegue), y dos botones a modo de gatillo (controles de la cámara). Cualidades que ayudan a que el control del dron y de la cámara que integra sea cómodo y accesible.

DJI, por su parte, integra un mando similar pero sin pantalla. Esto significa que hay que utilizar el móvil o la tableta para conseguir ver a través de su cámara en la distancia. Un punto negativo ya que estos dispositivos no suelen dar la mejor imagen en exteriores, donde la luz del sol puede cegar completamente la pantalla, por no hablar de la necesidad de estar atento tanto a la baterí­a del mando como al del dispositivo que sirve de pantalla.

Cámaras

Se trata de un apartado controvertido del que solo podemos hablar en base a la ficha técnica. Y es que el dron de GoPro aún no está en el mercado, por lo que no tenemos pruebas propias acerca de su sensor.

Claro que, no hay que olvidar que el dron Karma puede montar la última GoPro Hero5, la cual ofrece grabaciones de ví­deo en 4K a 30 cuadros por segundo, además del efecto a cámara lenta con 120 fotogramas por segundo. Además, sus fotografí­as de 12 megapí­xeles aseguran una buena calidad y detalle. Todo ello acompañado del estabilizador del dron y de la cámara para evitar los temblores en la imagen. Eso sí­, GoPro peca de deformar su imagen debido a su objetivo, aunque asegura haberlo resuelto en este último modelo de cámara. Algo que, como decimos, todaví­a no se puede comprobar. Además, hay que tener en cuenta que Karma no integra la cámara, por lo que es posible adquirirla aparte o escoger la Hero4.

En cuanto a la cámara del Phantom 4, sí­ se encuentra integrada en el quipo. Su sensor también ofrece ví­deos 4K a 30 cuadros por segundo y slowmotion (cámara lenta) a 1080 pí­xeles a 120 cuadros por segundo. Una cámara con muy buenos resultados gracias a su estabilización de cámara activa.

Precios

Es otro de los puntos clave. Teniendo en cuenta todo lo anterior, y sin olvidar las diferencias que hacen del Karma de GoPro un dron más portable y el Phantom 4 de DJI, un dispositivo algo más profesional, es de esperar que los precios también varí­en.

Así­, GoPro ha puesto a la venta su dron por un precio de 870 euros. Claro que no integra una cámara. Esto obliga al usuario a adquirir una GoPro Hero4 o Hero5, incrementando su precio hasta los 1.100 euros en caso de escoger la Hero5. Un ahorro de 100 euros si se compra en conjunto, pero que obliga al usuario que quiera grabar ví­deos o tomar fotos desde las alturas a comprar la cámara. Eso sí­, incluye la mencionada mochila de transporte.

Por su parte, DJI vende su Phantom 4 desde 1.400 euros, sin incluir la mochila de transporte ni el dispositivo que hará las veces de pantalla para el dron.

Conclusiones

Con todo esto en mente, nos encontramos con dos drones diferentes. Y es que la propuesta de GoPro llega tarde respecto a lo visto en DJI, enfocándose en las actividades como los deportes o las escapadas en las que alternar los planos del dron con grabaciones a mano gracias a su estabilizador de cámaras desmontable. Eso sí­, el Phantom 4 es capaz de seguirte esquivando los obstáculos. Dos ámbitos que ponen a la vista notables diferencias.

El dron de GoPro destaca por su diseño abatible y desmontable que lo hace muy portable. Sin olvidar que sus piezas pueden reemplazarse más cómodamente. Además incluye un mando con pantalla propia, previsiblemente con gran luminosidad para que sea visible en exteriores.  Eso sí­, llega sin cámara, aunque el conjunto es más barato que la opción de DJI.

Por su parte, el Phantom 4 es un dispositivo más profesional y evolucionado. Toda la tecnologí­a que integra le permite volar con precisión y evitar obstáculos, consiguiendo incluso perseguir a un elemento móvil automáticamente. Además, la experiencia de DJI se deja notar en todos los complementos ya existentes para su cámara como son los filtros, o las posibilidades que ofrece el dispositivo en el aire. También cuenta con una cámara realmente buena que evita la distorsión habitual de la GoPro al utilizar su ojo de pez o gran angular.

Gracias al experto en drones y piloto Francisco Javier Rodrí­guez, de la tienda de Internet TheShopGamer, por su aportación para este artí­culo.