Aunque es un asunto de posicionamiento que a priori parece solo afectar a las empresas, a los usuarios también nos interesa. Los sitios webs que albergan publicidad con molestos pop-ups son, por un lado, un perjuicio para el público que, navegando por internet, tiene que estar sufriendo constantemente este fenómeno. Continuas redirecciones a las páginas de los anunciantes, experiencia de usuario interrumpida constantemente por vídeos o simplemente por enormes imágenes con un engañoso botón para cerrarlos que, finalmente, nos redirige hacia otra página que nosotros no queremos ver.
Por otro lado, este tipo de publicidad invasiva y sin escrúpulos daña y mucho a las publicaciones más pequeñas; veamos a qué nos referimos. Si tú como público estás, por ejemplo, leyendo prensa en un medio grande que vive no solo de la publicidad, sino también de las suscripciones de sus lectores, y de pronto te salta un pop-up de un vídeo y al rato te sale otro con una imagen gigante que no te permite seguir leyendo por más que quieras y destroza por completo tu experiencia de usuario, ¿cuál es tu reacción natural? Exacto, instalar un bloqueador de anuncios. Entonces, con el bloqueador instalado sigues navegando, y entre tanto visitas medios más pequeños, que no utilizan este tipo de publicidad agresiva e insidiosa pero que, como obviamente vive de la publicidad, utiliza banners indefensos. El problema viene en que, como ya tienes el bloqueador instalado, indirectamente y en consecuencia de la mala praxis de una empresa muchísimo más grande, la pequeña se ve altamente perjudicada.
Bien, ya sabemos por qué los pop-ups son malos así que veamos qué propone Google al respecto en sus nuevas medidas reguladoras.
A partir del próximo 10 de enero de 2017, cualquier sitio web que muestre un anuncio pop-up que cubra la página principal de dicho sitio, bien sea en el momento del acceso por parte del usuario o mientras se encuentra navegando por él, será penalizado con un descenso notable su posición con respecto a los resultados de búsqueda. Esta nueva normativa se aplica específicamente a la publicidad móvil donde, obviamente, se centran más este tipo de problemas debido al menor tamaño de las pantallas con respecto a los ordenadores.
Muchas empresas no están a favor de estos nuevos cambios de Google ya que este tipo de publicidad supone un gran número diario de conversiones en su página web y se preguntan cuáles serán los baremos que Google utilizará para medir qué tipo de pop-ups serán penalizados y cuáles no.
Google ha informado en su blog que no todos los pop-ups y anuncios superpuestos se tomarán en cuenta en este nuevo ranking de posicionamiento ya que algunos pop-ups son necesarios para cumplir con un requisitos legales como, por ejemplo, la verificación de la edad o la aceptación de las cookies, aunque aún queda por saber si se impondrán tamaños específicos para que no se cree un vacío legal en ese tema.