A finales de abril de este mismo año ya os hablamos de un proyecto que había desarrollado la empresa Domino´s para repartir las pizzas utilizando un robot. Pues bien, en esta misma línea la empresa Starship ha desarrollado un pequeño robot para repartir comida a domicilio y lo mejor de todo es que ya lo están probando en algunas ciudades europeas como Londres, Dí¼sseldorf, Berna o Hamburgo. Estos pequeños robots son vehículos autónomos capaces de llevar un paquete a su destino utilizando un sistema de navegación GPS y un sistema de detección de obstáculos mediante cámaras. La prueba piloto la han realizado repartiendo comida de cadenas tan importantes como Just Eat o Pronto y, según sus creadores, ha sido todo un éxito. Vamos a conocer los detalles.
Primero de todo vamos a repasar las características de estos robots. Se trata de unos pequeños vehículos autónomos, es decir, se conducen solos, que circulan poco más rápido de lo que anda una persona. Para autoconducirse, el robot está equipado con un sistema de nueve cámaras con reconocimiento de obstáculos, así como con un sistema de navegación. El robot incorpora un compartimento en el que se introducirá la comida, el cual sólo podrá ser desbloqueado por la persona que ha realizado el pedido a través de una aplicación en el móvil. Mediante esta misma aplicación, y gracias al sistema de localización, podremos saber en todo momento dónde se encuentra el robot.
Aunque se trata de dispositivos autónomos, las primeras pruebas se han realizado con operarios controlando remotamente al robot a través de las cámaras que incluye cada unidad. Las rutas realizadas durante las pruebas se han almacenado para que, cuando finalmente el robot funcione de forma autónoma, sea capaz de elegir la mejor alternativa.
Aunque parece un servicio muy interesante, quedan todavía algunas dudas por resolver. Por ejemplo, ¿pueden estos robots provocar algún accidente? ¿Tienen algún sistema para impedir los robos tanto de la mercancía que llevan como del propio robot? La compañía ha asegurado que en las pruebas preliminares los robots se han cruzado con unas 400.000 personas, la mayoría de las cuales ni siquiera interactuaron con el robot y, por tanto, sin ningún incidente. Aún así, Starship admite que las incidencias con los robots serán inevitables, aunque no parece ser algo que les preocupe demasiado.
Parece claro que el mundo del reparto y la mensajería sufrirá cambios importantes en los próximos años. El año pasado ya conocimos la intención de Amazon de montar un sistema de reparto mediante el uso de drones. Lo que parecía una especie de broma o un proyecto de ciencia ficción, sigue su curso y la compañía incluso ya consiguió los permisos de la Administración Federal de Aviación para hacer volar sus aparatos. La alternativa de Starship es algo diferente, ya que va por el suelo, pero sigue siendo un sistema de entrega en el que no se requieren humanos (al menos recorriendo la calles). Habrá que esperar para ver si finalmente este tipo de proyectos se ponen en marcha definitivamente o se quedan en las pruebas.