Razer BlackWidow Chroma, probamos este teclado para jugones

Aunque los teclados mecánicos cada vez tienen un peso menor en el mercado, han encontrado una segunda juventud en el mundo de los gamers. Una mayor estabilidad y precisión, el inconfundible sonido de las teclas mecánicas… Una herramienta imprescindible para una experiencia de juego avanzada que alcanza las cotas más altas con el Razer BlackWidow Chroma. Y es que este teclado no sólo incorpora varias teclas de función y modos especiales para juego. Además, es capaz de crear un universo de color por medio de sus teclas retroiluminadas. Un color que se puede personalizar desde la aplicación dedicada Synapse, hasta el punto que podremos elegir el color de cada tecla por separado. Una experiencia única para los usuarios más exigentes. El Razer BlackWidow Chroma está disponible en el mercado por 150 euros. Hemos tenido la ocasión de probarlo, te contamos nuestras impresiones.

El poder de las teclas

Razer es hoy en día una de las marcas más reputadas en el mundo de los accesorios para gamers. Y con razón. Las teclas mecánicas del Razer BlackWidow Chroma están pensadas para aguantar hasta 60 millones de operaciones (cada una de ellas) gracias a los switches mecánicos de la firma. Una durabilidad que nos permitirá hacer frente a cualquier maratón de juego con garantías, y que se sitúa por encima de las 50 millones de operaciones que alcanzan las teclas de otros teclados mecánicos. La resistencia de estas teclas es de 50g. Después de usar este teclado hemos de decir que las sensaciones son muy buenas. El sonido de las teclas es bastante marcado, algo que ayuda mucho a sumergirse en el mundo de juego. Eso sí, sin llegar a cotas que puedan resultar molestas para otras personas que estén en la misma casa (aunque no se recomienda usarlo en la misma habitación que un familiar ajeno al mundo del juego). Las teclas tienen una altura considerable y están bien separadas entre sí, aunque nos hubiera gustado que tuvieran un tamaño ligeramente mayor. Pero esta consideración depende mucho del gusto y las preferencias de cada usuario. Lo que sí se puede decir a nivel más objetivo es que el rendimiento del teclado es muy bueno con una excelente respuesta a la presión del dedo.

En la parte izquierda del teclado contamos con cinco teclas específicas para utilizar la función de macros (de la que hablaremos después). Las teclas superiores nos ofrecen diversas características que están dibujadas a través de iconos específicos. Así, las primeras teclas permiten silenciar el ordenador y subir y bajar el volumen. Las siguientes teclas sirven para movernos adelante y atrás en la reproducción de un contenido multimedia y para parar o continuar la reproducción. Después tenemos la tecla para activar y desactivar las macros, la tecla para poner en marcha el modo gamer y dos teclas para cambiar la fuerza con la que se iluminan las teclas. El último de los botones disponibles es el que pone al equipo en modo de suspenso. También nos gustaría destacar una tecla que se coloca junto a «Control» y que tiene el mismo funciuonamiento que el botón derecho del ratón.

Vivan las luces

El Razer BlackWidow Chroma tiene un punto diferencial respecto a muchos modelos de la competencia. Su apuesta por las luces. Y es que decir que este teclado está retroiluminado es quedarse corto. El equipo de Razer es capaz de llevar el grado de personalización a unas cotas impresionantes. Y es que no sólo se pueden escoger una enorme cantidad de colores diferentes directamente de la paleta (verdes, amarillos, azules, rojos, rosas…), sino que además se pueden llegar a combinar distintos colores por zonas o incluso cada tecla por separado. Una fantástica forma, por ejemplo, de marcar aquellas teclas que vamos a usar en un determinado juego para resaltarlas respecto al resto. Para los que simplemente busquen un fin más estético, existen varios modos predefinidos que nos dejan unos efectos de luces muy visuales. Entre ellos tenemos el modo «Respirando», que aumenta la iluminación de las teclas y cambia su color como si estuviera inhalando y exhalando. El modo «Reactivo» nos ha dejado un sabor de boca fantástico porque sólo ilumina las teclas que vamos presionando como si dejáramos un rastro con cada pulsación que se apaga gradualmente.

El modo «Ripple», por el contrario, nos parece algo exagerado pero también puede tener sus adeptos, ya que cada vez que se presiona una tecla se genera una onda que recorre todas las teclas del dispositivo. Por último, queremos destacar el modo «Spectrum», que nos lleva gradualmente a través de distintos colores de manera uniforme por todo el teclado. Se trata de un modo menos llamativo que el anterior pero también menos psicodélico.

Puesta en marcha y control

Para poner en marcha este teclado, el primer paso es conectar uno de sus cables USB al ordenador. Por cierto, hay que decir que el cable está hecho de fibra trenzada, con una resistencia excelente y una flexibilidad que facilita mucho su uso desde cualquier posición. Si estamos usando Windows 8, automáticamente se iniciará una ventana para instalar la aplicación Synapse que será la que usemos para controlar el equipo. Si no, hay que ir a la página web de la firma para descargar esta aplicación. Por cierto, para trabajar con esta aplicación hay que crear una cuenta en Razer. Una vez instalada, podremos configurar diferentes aspectos del teclado de una forma muy visual. Por ejemplo, desde aquí personalizaremos las luces y los efectos de luces del teclado. También se pueden grabar distintas macros para llevar a cabo combinaciones complejas de teclas con apenas una presión.

Otra de las características que nos parece espectacular para los jugadores más profesionales es una herramienta de análisis que puede recoger estadísticas sobre el modo en el que usamos el dispositivo, con valores como la distancia a la que pulsamos las teclas, las «zonas de calor» del teclado o la cantidad de veces que utilizamos las macros. Todo ello repartido en los diferentes juegos que tengamos instalados. Por último, podemos establecer diferentes perfiles del teclado y acceder a ellos de manera fácil. Toda una garantía para no tener que cambiar las configuraciones en el momento en el que cambiamos de juego.

El Razer BlackWidow Chroma incorpora un replicador de puerto USB, salida para auriculares y micrófono. Para hacerlos funcionar hay que conectar antes el cable USB o los cables de audio al ordenador. Los replicadores se sitúan en la parte derecha del teclado y destaca la facilidad con la que se accede a ellos. No podíamos terminar este repaso sin hacer una mención más específica al modo «gamer». Cuando este modo está activado, automáticamente se bloquea la tecla de Windows para que no nos salgamos de la partida por un error de cálculo a la hora de presionar una tecla.

Precio y opiniones

Este teclado para gaming tiene un precio en el mercado de unos 150 euros. En definitiva, el Razer BlackWidow Chroma tiene todas las tablas para convertirse en una herramienta imprescindible a la hora de jugar con el PC, con un rendimiento muy bueno y la llamativa opción de personalizar las luces de nuestras teclas, tanto en bloque como de forma separada.