La próxima edición del Mobile World Congress nos mostrará los dispositivos más interesantes del año. Allí Samsung dará a conocer nuevos terminales, entre los que se encontrará el Galaxy S6, su nuevo buque insignia. Si hasta el momento se pensaba que el smartphone sería resistente al agua, una nueva información echa por tierra este rumor. Según GSMArena, el Galaxy S6, no contará con protección frente al agua, pero tampoco lo hará su variante con doble pantalla lateral, el Galaxy S6 Edge.
Esta información se nos hace bastante rara, sobre todo si tenemos en cuenta que su predecesor, el Galaxy S5, sí contaba con certificación IP67. Esto significa que es resistente al polvo y que puede estar sumergido hasta 30 minutos a 1 metro de profundidad. Todo hace indicar, que la surcoreana planea limitar la protección frente al agua a la gama Active, de la que forman parte aquellos terminales que requieren ser utilizados en condiciones adversas.
De llegar a ser cierto el rumor, puede que muchos usuarios se quejen de no poder contar con un terminal igual de resistente que el Galaxy S5. Así como no contar con la posibilidad de disponer de una batería extraíble. Son prestaciones que nunca están de más en un dispositivo y que nos aportan cierta seguridad. Aún así, se espera que el Galaxy S6 incorpore bastantes mejoras y añadidos. Una de ellas, es la inclusión de una pantalla QHD de 1440 x 2560 píxeles, con resolución 2K. Esto significa, que los usuarios podrán disfrutar de una calidad de imagen bastante superior si la comparamos con otras resoluciones inferiores. La cámara también mejoraría y podría subir la resolución a 20 megapíxeles. Además, se espera que sus chasis combine en armonía el aluminio y cristal. El nuevo smartphone ofrecería una parte posterior acabada en cristal, similar a la de los Xperia de Sony, que daría continuidad al metal en los laterales para conseguir un acabado más elegante.
Por otro lado, todo hace indicar, que el nuevo terminal integraría un procesador Snapdragon 810, con ocho núcleos y arquitectura de 64 bits. Samsung estaría planteándose lanzar un 80-90% de los equipos con Exynos, manteniendo tan sólo un 10% de unidades con el chip de Qualcomm. A pesar de ello, su próximo buque insignia aún llevaría el chip de la americana, pero no sabemos si los incluirá en sus próximos Galaxy. La razón parece estar en los problemas de sobrecalentamiento que han tenido estos procesadores. También, en que la surcoreana quiere dar salida a sus propios chips. Samsung gastó recientemente 12.000 millones de euros en la construcción de una fábrica en Seúl, que se encargará de producir sus Exynos. Con esta nueva planta, Samsung busca desplazar su negocio hacia microprocesadores más complicados y lucrativos, relacionados con nuevos negocios como los coches o los hogares inteligentes. Recordemos, que en la actualidad Samsung es el segundo fabricante más importante de chips, por detrás de Qualcomm.
