Desde hace ya un par de años, los drones o vehículos no tripulados son la sensación para los amantes del aeromodelismo o los vehículos radiocontrol. Algo que la compañía francesa Parrot ha sabido explotar creando toda clase de artilugios para el disfrute de grandes y pequeños tanto en escenarios abiertos como en interiores. Aprovechando el marco de la feria CES de electrónica de consumo que se celebra estos días en Las Vegas, también ha desvelado sus últimos diseños y creaciones en este ámbito, creando nuevos vehículos autónomos como el SenseFly, pero también mejorando dos de sus familias más famosas de minidrones.
Y es que Parrot ha ampliado su gama de minidrones, tanto de la familia Jumping Sumo, conocidos por ser unos auténticos todoterreno y contar con un resorte que los hace saltar distancias de hasta 80 centímetros, así como de la familia de los voladores Rolling Spider. Drones que se controlan desde el smartphone gracias a una aplicación y a la conexión WiFi, y que ahora cuentan con interesantes novedades, sobre todo para aquellos usuarios a los que les guste pilotar en lugares oscuros.
Por un lado hay que hablar de un nuevo minidrone rover. O lo que es lo mismo, un vehículo terrestre. Se trata de un nuevo miembro en la familia Jumping Sumo, pero con una importante novedad: ahora cuenta con faros. Así, además de disfrutar de cualquier terreno y recoveco correteando por doquier, los usuarios podrán utilizarlo de noche logrando alumbrar todo lo que se encuentra en el frente. Una utilidad no sólo para ubicarlo, sino para ver por dónde va gracias a su cámara frontal. Además se trata de un vehículo todoterreno gracias a su nuevo eje, que le permite atravesar cualquier tramo o desnivel. Incluso a diferentes alturas gracias a su resorte que lo hace saltar.
Por otro lado se amplía la familia de los minidrones voladores. Vehículos con los que se puede disfrutar en interiores o exteriores gracias a su versatilidad y pequeño tamaño. En este caso el nuevo miembro ha recibido el nombre de Mechanical Firefly y, como principal y única novedad, cuenta con faros capaces de alumbrar en su camino por la oscuridad. Algo que, al igual que el rover minidrone, no sólo ofrece visibilidad en zonas con poca luminosidad, sino poder sacar fotos o controlar el vehículo desde el móvil, de forma remota. Siempre viendo en pantalla lo que queda por delante, aunque a una distancia algo reducida.
En definitiva, una mejora sobre una apuesta ya segura que ha conseguido llamar la atención de muchos usuarios desde que estos minidrones se presentasen en la misma feria del año pasado. Y es que el radiocontrol desde smartphones resulta realmente divertido, a pesar de que los usuarios aficionados esperen mejoras en cuanto a la autonomía de estos dispositivos, y no tanto en cuanto a colocar unos faros de luz que pueden incluso mermar la escasa duración de sus baterías. Pilas que, por el momento, no ofrecen más que unos cuantos minutos de diversión mientras se juega o pilota estos vehículos.
