El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha confirmado este jueves una multa histórica de 1.060 millones de euros que la Comisión Europea impuso a Intel en 2009. La razón por la que se le obliga a pagar esa cantidad a la compañía estadounidense es por abusar de su posición dominante. Con esto, trataba de expulsar a sus rivales del mercado de los microprocesadores, en especial a Advanced Micro Devices (AMD). De esta forma, la sentencia desestima el recurso que puso la empresa informática de Mountain View.
Bruselas ha impuesto esta sanción tras constatar de que Intel había recurrido a prácticas ilegales como descuentos excesivos. Además, llegó a pagar a los fabricantes de varios dispositivos como Acer, Dell, HP, Lenovo o NEC para que no utilizaran en sus equipos chips de AMD. Por si fuera poco, también sobornó al distribuidor de tecnología y servicios audiovisuales Media Markt para que vendiera sólo ordenadores equipados con procesadores Intel.
En la sentencia del jueves, el fallo ha considerado que se ha demostrado de forma jurídica «la existencia de los descuentos de exclusividad y de las restricciones manifestadas en su decisión«. El fallo impuesto por el Tribunal afirma que, tanto los pagos a Media Markt como a los fabricantes de dispositivos, pueden llegar a «restringir la competencia por su propia naturaleza».
Asimismo, los jueces encargados del caso están seguros de que Intel pretendía a largo plazo provocar el cierre de AMD, ya que de esta forma le estaba prohibiendo que vendiera sus microprocesadores a los canales más importantes del mercado. Por consiguiente, la Comisión ha demostrado que las prácticas de la compañía californiana eran contrarias a la ley. «Millones, millones y millones de europeos han sido víctimas de estas prácticas que reducen la competencia», ha asegurado en varias ocasiones Neelie Kroes, comisaria de la Competencia.
La marca tecnológica había negado con anterioridad que hubiera pagado a terceros para boicotear a la competencia. De esta forma, afirmaba que las ofertas que se hacían a los fabricantes se realizaban como estrategia comercial y que, en ningún momento, se dijo que fueran a condición de que no compraran chips de AMD.
Finalmente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha señalado que la multa de 1.060 millones impuesta a Intel no es, en absoluto, desproporcionada. Por consiguiente, opina todo lo contrario. Los jueces estiman que la sanción es bastante equilibrada para las circunstancias que rodean el asunto, ya que solamente equivale al 4,15% del volumen de negocios anual de la compañía. De hecho, la cifra establecida para este tipo de casos se sitúa en el 10%, por lo que se encuentra muy por debajo del límite que establece la ley. Asimismo, hay que tener en cuenta que la empresa estadounidense ingresó el año pasado 9.300 millones de euros, lo que supuso un 13% menos de beneficios, por lo que quizás esta multa no llegue en su mejor momento.
Esta sanción supone un nuevo récord y supera los 896 millones de euros que le impusieron a pagar a Saint Gobain por crear un cártel. También dobla la que le pusieron a Microsoft en 2004 por abuso de posición.