Sony ha vuelto a la senda de la rentabilidad, después de varios años en los que la compañía presentó resultados negativos. Durante su último año fiscal, la empresa japonesa ha logrado acumular 330 millones de euros de beneficio, una cifra que invita al optimismo y que supone la primera gran luz del duro proceso de reestructuración que ha sufrido en los últimos años. La compañía espera mantener esta tendencia en el año presente, a pesar de los malos resultados de su división de televisores, gracias a dos pilares fundamentales. Por un lado, la relevancia que está adquiriendo su división móvil a través de la línea Xperia. Por el otro, el lanzamiento durante este periodo de su nueva PlayStation 4, que debe abanderar la nueva generación de consolas.
Durante su año fiscal (que terminaba en marzo), la compañía japonesa ha conseguido unos ingresos de 52.360 millones de euros, un 4,7% más que en el anterior periodo. Pero la mayor noticia está en la cifra de sus beneficios. Los 330 millones de euros que ha ganado a lo largo del año suponen el punto y final a cuatro ejercicios consecutivos en pérdidas. De hecho, el año anterior la compañía llegó a perder 350 millones de euros. El cambio en las cuentas de la empresa ha estado influenciado por las agresivas medidas que ha tomado la firma para reducir gastos y sanear su economía. Por un lado, este proceso ha acabado con 10.000 empleos dentro del seno de la compañía. También ha tenido un importante peso la venta de bienes como por ejemplo varios edificios de la empresa, que han aligerado considerablemente las cuentas.
Por último, hay que destacar la depreciación del yen que se ha producido en los últimos meses, y que ha permitido a la compañía presentar un mejor balance de sus ventas fuera de Japón. Dentro del crecimiento de Sony, tiene un lugar muy destacado su división de smartphones. La exitosa línea de sus terminales Xperia está impulsando la recuperación de esta multinacional, y es uno de los baluartes en los que se quiere apoyar de cara al futuro inmediato. El éxito de estos smartphones se nota especialmente en España, donde Sony ha logrado situarse incluso como el segundo vendedor (por detrás de Samsung). En total, la división móvil se tradujo en unos ingresos de 9.700 millones de euros a lo largo del año fiscal.
En la otra cara de la moneda nos encontramos dos divisiones muy importantes a nivel histórico. La división de videojuegos cayó durante este periodo un 12%, aunque la compañía espera que la salida de la nueva PlayStation 4 se pueda convertir en un impulso para recuperar este segmento, dominado desde hace muchos años por Sony. La otra división que ha visto como caían sus ventas es la que engloba a los televisores, y que sigue la tendencia general de este mercado en recesión. En concreto, la compañía japonesa vendió un 30% menos de televisores y cada vez parece más difícil que pueda volver a despegar en este campo.
Sea como fuere, la empresa espera mantener esta línea ascendente durante el año fiscal de 2014 (que termina en marzo del año que viene). Sus previsiones apuntan a unos ingresos de 57.800 millones de euros (alrededor de un 10% más) y unos beneficios que suban hasta los 385 millones de euros (un 16% más que en el año fiscal de 2013).