Los taiwaneses de Asus juntaron ayer en Madrid todos sus argumentos para convertirse en una marca de referencia. Y es que la llegada de Windows 8, el nuevo sistema operativo de Microsoft, les viene como un guante para enseñar una línea de productos completamente renovada. Estos equipos se parecen ya poco a lo que estábamos acostumbrados a ver en esta marca. Se han acabado los ordenadores de bajo coste, rendimiento discutible y materiales de segunda. Asus se apunta a la moda del diseño, los equipos que trasmiten seguridad y buenos acabados, y la estética del nuevo Windows se ocupa del resto.
A lo que no han renunciado es a construir híbridos. Varios de los equipos de su gama son convertibles de una u otra manera, y parece que es una característica candidata a convertirse en su identidad. Ordenadores de sobremesa que funcionan como enormes tabletas táctiles, teléfonos que se integran en tabletas, o tabletas que se acoplan a un teclado y forman un Ultrabook.
En esta última categoría, las tabletas-portátil es donde parece que la marca ha echado el resto. El Transformer Book es un buen ejemplo de esto. Tiene características de Ultrabook, con un peso de 1,9 kilos y una autonomía de 8 horas de uso. Además, cuenta con un procesador de alto potencia, un Intel i7. Por eso sorprende un poco cuando despegamos la pantalla y nos quedamos en la mano con una tableta de 13,3 pulgadas.
Asus iba de la mano de Windows 8 en esta presentación, y Windows 8 es, sobre todo, un sistema operativo para dispositivos táctiles. No había en todo el evento un sólo equipo sin pantalla táctil, hasta los más insospechados. Y es que la gama de ordenadores de sobremesa no se va a librar de ser toqueteada.
El concepto no es demasiado nuevo, pero la funcionalidad probablemente si. Una enorme pantalla de hasta 27 pulgadas se sitúa encima de la mesa y se maneja con un teclado y un ratón como cualquier ordenador «todo-en-uno» (All-in-one). Sin embargo, la pantalla se abate hasta quedar casi en horizontal y a la altura de nuestras manos, y pasa a ser una suerte de gigantesca tableta que puede ser incluso utilizada por dos personas a la vez. Como ordenador funciona a la perfección con la interfaz de Windows 7, como «super tableta» con la táctil de Windows 8.
Se llaman ET2220, ET270 y ET2300 y dan con el factor clave para comprar un híbrido: funcionan a la perfección como una de los dos productos. Si el equipo es un buen ordenador de sobremesa que funciona sin ninguna pega, ¿por qué no apostar por uno que además sirve para más cosas?.
El único producto que no seguía el camino de Microsoft es el Asus Padfone 2. Es la segunda versión de este teléfono y tableta que funciona con Android. La primera apenas la pudimos ver por España, pero la marca promete que este modelo renovado se va a vender en nuestro país. El concepto parece funcionar: un smarphone con Android 4.0 y una pantalla de 4,7 pulgadas, procesador de cuatro núcleos y cámara de 13 megapíxeles. Es decir, un buen smartphone. Además, llegamos a casa e introducimos el teléfono en una tableta «tonta», que no funciona por si misma, pero que básicamente amplía la pantalla del teléfono a las 10.1 pulgadas y su batería algunas horas más.
Asus aspira a convertirse en una de las marcas de referencia en Europa, como ya lo es en Asia. Para esto ha lanzado una apuesta arriesgada: dejar de lado los precios bajos y apostar por la calidad y el diseño en sus productos. El tiempo nos dirá si la apuesta tiene éxito entre los consumidores del Viejo Continente, pero lo que ya está claro es que Windows 8 les ha sentado muy bien a los taiwaneses.
