Internet es un canal de fuerte tirón durante todo el año, aunque, especialmente, durante las Navidades. Muchos consumidores recurren a los comercios en línea para realizar las adquisiciones de regalos. Es una manera de evitar las aglomeraciones y facilitan las compras a cualquier hora del día. Por eso, nunca viene mal recordar una serie de precauciones básicas para realizar compras seguras por Internet. A la hora de seleccionar la tienda, conviene decantarse únicamente por aquellos sitios que ofrecen claramente datos de contacto para sus clientes, como mínimo, una dirección de correo electrónico y un número de teléfono. Tampoco viene mal revisar la reputación de la tienda en línea, acudiendo a foros y páginas con opiniones de los usuarios.
Y es que Internet ofrece algunas facilidades a los consumidores que no están disponibles para los establecimientos de ladrillo. Poder comparar precios de forma casi instantánea es una de ellas. Ya no hace falta patearse varios comercios, basta con visitar portales especializados. De todos modos, si al final el consumidor decide gastar su dinero en la tienda del barrio, tampoco viene mal informarse de los precios de los productos haciendo uso de las herramientas de la Red. Antes de escoger una tienda en línea es aconsejable revisar atentamente todas sus condiciones. El coste de los gastos de envío puede aumentar sensiblemente el precio de la compra, así que nunca viene mal consultar antes las tarifas.
La política de devoluciones también debe figurar claramente en el sitio de la tienda en línea. Averiguar cuáles son las condiciones y los plazos para productos defectuosos o equivocados. De todos modos, hay que tener en cuenta que las ventas por Internet son ventas a distancia, por lo que existe un plazo legal de desistimiento en nuestro país de siete días a contar desde la fecha de entrega. Antes de completar un pedido, es recomendable verificar los plazos de entrega estimados, para no llevarse sorpresas de última hora, sobre todo si se trata de un regalo. Otra cuestión que conviene conocer previamente son las formas de pago admitidas. Lo importante es que sean métodos seguros. Lo habitual es la tarjeta de crédito, y en otras ocasiones también se admiten plataformas de pagos en línea como PayPal. A veces algunos comercios de la Red trabajan mediante transferencia.
En todos los casos, la tienda en línea debe tener un servidor seguro para realizar los pedidos, algo esencial sobre todo en el paso de introducir los datos personales y las números de la tarjeta de crédito. Las direcciones de los servidores seguros comienzan por HTTPS:// en lugar de por http://. También se puede saber que la conexión es segura cuando aparece el icono del candado cerrado en el navegador. Finalmente, los precios de los productos deben aparecer claramente determinados, indicando si los impuestos indirectos están incluidos. Todas son recomendaciones para que los internautas pueden hacer compras en línea con tranquilidad.
