Con el mercado de la cámaras compactas cada vez más amenazado por las cámaras de los móviles, los fabricantes se defienden como pueden. Si algunos han optado por dotarlas de todo tipo de conexiones, en Fuji han decidido apostar por un diseño llamativo para esta pequeña FX-1. Además, cuenta con algunos detalles interesantes, como poder utilizar el zoom en un anillo alrededor del objetivo.
La cámara cuenta con un sensor EXR CMOS de 12 megapíxeles y de 2/3 de pulgada. Es un tamaño algo mayor de lo que solemos ver en el mercado de las cámaras compactas, aunque con una resolución algo justa. Sin duda, en el apartado técnico, lucen mucho más las especificaciones del objetivo.
Este con una apertura máxima de f 1.8. Es un valor nada despreciable para una cámara compacta, y permite capar mucha luz. Gracias a esto, no vamos a tener demasiados problemas a la hora de tomar fotos en situaciones algo comprometidas como atardecer o interiores.
Además, cuenta con un zoom de cuatro aumentos que se corresponde con un 25 – 100 milímetros en foto tradicional. No es un valor espectacular, pero se corresponde con una necesidad diferente que la de muchas compactas. No busca impresionar con un zoom espectacular, sino apostar por mayor luminosidad y calidad de sensor.
La cámara se puede manejar en modo manual y es capaz de enfocar en 0.15 segundos. Hay que recordar que esta cifra es la que da el fabricante y está obtenida en mediciones en condiciones muy favorables. No obstante, es una cifra muy buena. Además, es capaz de encontrar foco a tan sólo tres centímetros.
Cuenta también con una pantalla LCD de tres pulgadas de diagonal, aunque la resolución de esta está lejos de otras cámaras compactas: 460.000 píxeles. También incorpora opciones que se están haciendo muy habituales en este sector como la toma panorámica o los filtros creativos, que permiten personalizar la foto nada más tomarla en la misma cámara. También es capaz de grabar vídeo en calidad Full HD (1080 píxeles de ancho).
Pero sin duda lo que más llama la atención es la poderosa imagen «retro» que enseña. Está terminada en cuero y aluminio, y se asemeja a las cámaras que podíamos ver en los años 60. Es destacable en diseño del flash de la cámara, integrado en la parte superior y con una forma rectangular muy particular.
Va a estar disponible en varios colores, como negro, rojo o marrón, contando además con una gama de accesorios diseños específicamente para la cámara. Es un juguete muy bonito, pero no presenta ninguna característica especialmente puntera. El éxito de una cámara como esta radicará en el precio por el que podamos adquirirla, pero la multinacional japonesa no lo ha dado a conocer todavía.
Lo que si sabemos es que estará disponible el próximo mes de noviembre, a tiempo para la campaña de navidad. Es posible que conozcamos algún dato más a lo largo de esta semana, ya que a partir de mañana se desarrolla la feria de fotografía más famosa del mundo: Photokina. Todas las marcas han presentado modelos en las últimas semanas para deslumbrar en este encuentro.