No es una cámara profesional, es una cámara pensada para aficionados, pero que no se conforman con una simple compacta. La Panasonic Lumix LZ20 ofrece al fotógrafo más sensaciones que la cámara compacta de toda la vida. Las diferencias entre una cámara como esta y una compacta saltan a la vista desde el primer momento. Las prestaciones no son mucho mejores que las de una cámara básica, al menos en las características técnicas. Sin embargo, al tenerla entre las manos, notamos más estabilidad y cuerpo que con una compacta.
Sin embargo, la mayor diferencia es el zoom. Cuenta con un objetivo de 21 aumentos. Este número es el resultado de dividir la mayor distancia focal posible entre la más pequeña. En los números de la foto tradicional (35 mm), el objetivo sería un 25 – 525 mm. Puede que estos números no le digan nada, pero es un zoom enorme, pensado para buscar en las fotos los detalles más lejanos.
Utilizar un objetivo como este es muy divertido, pero conviene tener en cuenta algunas reglas básicas si queremos que la foto salga más o menos bonita. La cámara pierde mucha estabilidad cuando utilizamos a fondo un teleobjetivo como este. Conviene apoyar la cámara en alguna parte o utilizar un trípode. Si esto no es posible, hay que tener en cuenta que hay que utilizar una velocidad de obturación muy rápida para evitar que la foto salga trepidada (movida). Si utilizamos los modos manuales es sencillo escoger una velocidad muy rápida, pero si confiamos en el modo automático, hay que asegurarse de que haya mucha luz en el momento de hacer la foto. Si no, el programa de la cámara seleccionará una velocidad baja y la foto quedará movida.
La grabación de vídeo de esta cámara tiene luces y sombras. Si seguimos valorando la diferencia entre una compacta y la Lumix LZ20, encontramos puntos a favor y otros no tanto. La calidad de la grabación es aceptable, pero no brillante. No llega al estándar Full HD que alcanzan algunas compactas. Es capaz de grabar con una resolución de 1280 x 720 píxeles a 30 cuadros por segundo. Es un buen valor, pero algo por debajo de la máxima calidad que vemos otros equipos.
Sin embargo, en este campo si que cuenta con una ventaja importante. El hecho de tener un mayor cuerpo y un peso más elevado, otorgan más estabilidad a la cámara. Cuando grabamos vídeo con una cámara más pequeña, la imagen suele ser bastante inestable, ya que no podemos sostenerla firmemente. Este un problema que se ve en parte resuelto en esta cámara.
Por lo demás, la cámara cuenta con una sensor de 16,4 megapíxeles, un tamaño más que aceptable para una cámara como esta. Con este sensor podemos obtener imágenes de 4608 x 3456 píxeles. Es una imagen enorme, mucho más de lo que necesitamos para los usos más habituales. Sólo tiene sentido utilizar esta resolución si queremos imprimir las fotos en papel a gran tamaño. En este caso, podríamos obtener una foto de 39 x 29 centímetros si imprimimos a la máxima calidad (300 puntos por pulgada).
Hay otro detalle interesante en esta cámara. Es la única de la gama Lumix que funciona con pilas en lugar de con baterías recargables. Puede parecer una desventaja, pero responde a las peticiones de algunos usuarios. Las baterías recargables salen más baratas que comprar pilas, y sin duda son mucho más ecológicas. Sin embargo, muchos usuarios prefieren el funcionamiento a pilas por miedo a quedarse sin batería en el momento más inadecuado. Llevar una batería de recambio puede salir muy caro, y es más fácil llevar un paquete de pilas extra, que además se pueden comprar en cualquier parte. Sin duda es una cuestión de gustos.
Lo que no sabemos el precio ni cuando estará disponible en nuestro país. Las marcas suelen reservarse esta información durante un tiempo. Dadas sus prestaciones, el precio no será demasiado elevado, por lo que es posible que sea muy interesante como cámara de iniciación. Un paso más allá de la simple compacta, con algunas prestaciones extra para el aficionado que quiera iniciarse en el mundo de la fotografía.