samsung oled flexible

La sorpresa ha tardado un poco en producirse, pero ha caí­do como una bomba. La demanda de pantallas para teléfonos inteligentes que se pueden doblar está disparándose. De hecho, el vicepresidente de Samsung Electronics ha confesado que están recibiendo enormes pedidos por parte de ciertos fabricantes de electrónica. No hizo falta mucho más para que los expertos hayan llegado rápidamente a la conclusión de que no sólo está Apple entre esos fabricantes, sino que seguramente es el cliente que más unidades ha encargado. Se basan en dos pistas. La primera, que Apple ha sido durante muchí­simos años uno de los mejores clientes de Samsung en el campo de las pantallas LCD de pequeña diagonal para teléfonos móviles.

Sólo el año pasado, la compañí­a de la manzana compraba más de 8.000 millones de dólares en pantallas y procesadores, y todo el mundo espera que este año las adquisiciones suban hasta los 11.000 millones. De todas formas es el momento en que la industria se está preparando para un cambio de generación, y no pasará mucho tiempo antes de que casi todos los nuevos teléfonos móviles del mercado incorporen pantallas OLED en lugar de LCD. Con Apple va a pasar lo mismo.

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A principios de este año corrieron rumores de que los de la manzana estaban trabajando en el desarrollo de pantallas OLED flexibles con la intención de añadirlas a sus futuros dispositivos. Ahora ya no hace falta esa investigación. Samsung ya incluye pantallas OLED rí­gidas (en su versión AMOLED) en muchos de sus móviles de alta gama; ahora espera fabricar casi 1 millón de pantallas flexibles para fin de año. La coreana anunció que podrí­a poner a la venta un teléfono móvil flexible para finales de año, y está por ver si Apple se atreverá a hacer una apuesta similar. Diversos sostienen además que los de Samsung no se hubieran lanzado a investigar en un componente tan caro como una pantalla flexible si no contaran de antemano con la posibilidad clara de que Apple se apuntara y dejara a la coreana un buen beneficio en compras de suministros. Los analistas de Lux Research creen que el futuro de los teléfonos móviles va a pasar por las pantallas OLED flexibles, entre otras cosas porque permiten fabricar nuevas formas de teléfonos que encima son más duraderas.

De todas formas, muchos expertos consideran la tecnologí­a no está lo suficientemente madura. Eso se va a traducir en unas ventas bastante limitadas. La previsión indica unos 120 millones de euros en teléfonos flexibles de aquí­ al año 2017. Queda mucho por investigar e invertir, quizás demasiado para conquistar solamente con el 15% del mercado de pantallas flexibles. De todas formas el banderazo de salida ya está dado. La propia Samsung ha reconocido que la producción en masa de las nuevas pantallas flexibles empezará a partir de julio de este año. Asimismo considera que la pantalla no va a estar en el próximo iPhone de Apple, aunque sí­ en la generación posterior prevista para 2013.

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