Las andanzas de Tintín y su perro Milú llegan a los cines de la mano de dos reputados cineastas: Steven Spielberg y Peter Jackson. La solución para recrear el universo de los cómics de Hergé ha pasado por la animación por ordenador. Es un proyecto que estuvo muchos año en preparación. Hergé, antes de su muerte en 1983, ya consideraba que Spielberg era el director ideal para trasladar sus libros a la gran pantalla, aunque no llegaron a reunirse.
La colaboración entre ambos realizadores surgió después de que Spielberg encargara a Weta Digital una prueba animada de Milú. Jackson respondió con un breve vídeo donde encarnaba al Capitán Haddock, con Milú correteando a su alrededor. Ha sido un proceso muy laborioso. Primero se realizó una previsualización con dibujos conceptuales y diversas opciones para algunas escenas. Ésta, unida al guión, fue útil para que Spielberg rodara tomas con los actores, que luego sirvieron para añadir a los personajes animados una dimensión humana.
Pieza a pieza, la cinta iba tomando forma. Para esta película se emplearon las misma técnicas que Weta y Giant Studios desarrollaron para realizar la animación digital realista de «Avatar«, más ciertas innovaciones sugeridas por Spielberg. El rodaje se hizo con una «cámara virtual» de mano, que permitía enmarcar los planos y bloquear la acción. Para Spielberg, una de las ventajas de este procedimiento, que aporta un toque de cine tradicional a la animación, es que podía estar a sólo metro y medio de los actores en lugar de sentado a los veinte metros habituales en un rodaje tradicional.
Durante el proceso de captura de interpretación, los realizadores pudieron dirigir a los actores dentro de un mundo animado como si estuvieran en un decorado convencional. Eso permitió que tanto Jackson como Spielberg, que no saben usar ordenadores, pudieran caminar dentro de ese mundo animado, coger la cámara virtual, y rodar en acción real dentro de ese entorno.
Posteriormente, Spielberg, junto con su colaborador Michael Kahn, editó digitalmente la película y entregó a Weta el montaje final. Cada fotograma necesitó entre cuatro y cinco horas de pulido, animación y renderización final, más noventa y tres minutos de montaje definitivo. Este procedimiento digital también facilitó que la versión en 3D estuviera lista en menos tiempo.
El intrépido reportero del tupé rebelde es el actor Jamie Bell, que reconoce que esta interpretación fue más dura físicamente que el papel de bailarín en «Billy Elliot». Detrás del Capitán Haddock está Andy Serkis (Gollum en El Señor de los Anillos). De los detectives Hernández y Fernández, se encarga el dúo cómico británico Simon Pegg y Nick Frost (Arma fatal). Y Daniel Craig se quita el esmoquin de James Bond para dar vida al villano de la película. Por cierto, el genial John Williams compone la banda sonora.
A pesar del título, el guión de la película no sólo está basado en el libro sobre «El secreto del unicornio», sino también en «El tesoro de Rackham el Rojo» y «El cangrejo de las pinzas de oro». Mañana viernes día 28 de octubre se estrena en España «Las aventuras de Tintín, el Secreto del Unicornio«, que se proyecta en 3D en salas de cine seleccionadas.
Fotos: Sony Pictures