Los problemas crecen para Google. Si Alemania y Suiza habían prohibido el Street View y España se había puesto a investigarlo, ahora es Austria la que ha decidido evitar de forma cautelar que los coches de Street View circulen tomando fotos por las calles de sus ciudades. Ha sido la Comisión de Protección de Datos de Austria (DKS) la encargada de denunciar a Google porque sus vehículos han captado información acerca de las redes Wi-Fi o inalámbricas de los edificios. Según ha indicado la Comisión, Google no estaría autorizada para recoger este tipo de información, de manera que ha solicitado de forma tajante el cese de la circulación de coches por las calles del país.
Al igual que ha hecho la Agencia de Protección de Datos española, la Comisión austriaca ha abierto una investigación para conocer los detalles del entramado de Google. Según han explicado sus responsables, se pedirá a la compañía de Mountain View información pormenorizada acerca de los datos que recaban, los procedimientos y el uso que hacen de los mismos. Algo que los otros países denunciantes también solicitarán para esclarecer la conducta de Google y las posibles infracciones en la privacidad de sus conciudadanos.
No hay noticias acerca de la reincorporación a la circulación de los coches de Street View y mucho menos en Austria, donde el director de la Comisión para la Protección de Datos ha dispuesto de un plazo mínimo de dos meses, en el que se decidirá si permiten a Google regresar a su polémica actividad. Y esto no es todo. Ahora Estados Unidos ha reaccionado de igual forma ante la conducta de Google. Tres congresistas estadounidenses han enviado una carta al mismísimo CEO de Google, Eric Schmidt, reclamándole información acerca de los datos que Street View recaba por las calles del país.
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