Lo que le faltaba a Google. La compañía se apunta a vender ebooks o libros electrónicos a través de su medio natural: Internet. Lo ha revelado Tom Turvey, director de asociaciones estratégicas de Google, durante el pasado fin de semana en la convención BookExpo de Nueva York. Su objetivo es desbancar a Amazon, que se ha garantizado una posición privilegiada en este sector impulsado por su lector Amazon Kindle.
Aunque la idea aún se está gestando, Google ya ha asentado algunas de las bases de su modelo. Uno de los factores en los que se hace hincapié es que se permitirá a los editores sugerir el precio al que se venderán sus obras. De esta forma se contrarrestaría la política de precios agresivos de Amazon, que vende libros digitales casi a la mitad de precio que sus versiones impresas. Esta medida ha servido para ganarse ya el favor de algunas importantes editoriales. ¿Pero qué hay de los usuarios?
Google se aleja de su propia filosofía con esta decisión, pues la inmensa mayoría de sus servicios son totalmente gratuitos. Ofrecer lo mismo que tu rival pero a un precio más caro tampoco parece la mejor de las tácticas. No obstante, Google seguirá reservándose el derecho de imponer el precio definitivo, especialmente en los casos que considere abusivos. Y conviene apuntar que el anuncio se produjo en un evento dirigido principalmente a editores, por lo que lógicamente se habrían mencionado los aspectos que más les favorecen para ganarse su beneplácito.
Volviendo a la propuesta de Google, Turvey también apuntó que pretenden buscar un formato más abierto. El negocio parece enfocarse hacia los lectores de ebooks, pero sólo el 5% de los usuarios tiene un lector de libros electrónicos. Se pretende que cualquiera con un dispositivo con conexión a Internet pueda acceder a los libros online. Incluso podría hacerse sin conexión, almacenándolos en la memoria temporal de los navegadores. En cualquier caso, es otra idea todavía en fase embrionaria.
Al margen de estos planes, el gigante ya ha emprendido un proyecto de digitalización de libros de bibliotecas universitarias. Por el momento más de siete millones de ejemplares han sido escaneados (la mayoría de ellos descatalogados), pese a que todavía tiene que recibir el aprobado del Departamento de Justicia estadounidense. Por no mencionar el millón y medio de libros de dominio público que ha puesto en circulación para su libre lectura en dispositivos como el Sony Reader, uno de los principales competidores del Kindle. Va a ser cierto lo que dice Turvey: “Esta vez vamos en serio”.
Vía: The New York Times