Hacer turismo y estar aburrido son dos conceptos que no encajan muy bien. Sobre todo si el turista en cuestión tiene la oportunidad de viajar a bordo de los C-Quester, los primeros submarinos comerciales desarrollados por la firma holandesa U-Boat Worx. Estas pequeñas embarcaciones tienen una capacidad de dos a cuatro ocupantes, dependiendo del modelo elegido y son capaces de sumergirse hasta 100 metros de profundidad.
Están fabricados de poliéster y revestidos de una capa de acero, para que la protección sea máxima. De todas formas, U-Boat Worx ya ha explicado que cada una de estas embarcaciones es personalizable, de manera que cada propietario puede tunearla a su gusto. Otra de las ventajas de los C-Quester tiene que ver con la batería, que es de litio y puede aguantar durante seis largas horas de inmersión sin contaminar ni un ápice.
Para conducir uno de estos submarinos privados, bastará con recibir un poco de formación para obtener un certificado parecido al que se requiere para manejar embarcaciones de recreo. En cualquier caso, el invento está especialmente dirigido a las personas que ya poseen yates para acercarse a alta mar y sumergirse un rato en las profundidades.
Esto quiere decir que los precios de estos submarinos, que no figuran en la web del fabricante, probablemente no sean asequibles para todo el mundo. Si alguien se anima, siempre puede ponerse en contacto con la empresa para encargar uno. Los demás mortales, nos tendremos que conformar con Google Earth para viajar al fondo del mar sin pagar ni un céntimo.