En diez días, Steve Jobs se ha pronunciado en dos ocasiones sobre su estado de salud. La primera en un comunicado oficial del pasado 5 de enero, donde el fundador de Apple quiso salir al paso de las especulaciones que surgieron por su ausencia en la última feria Macworld. La segunda se produjo ayer mismo en una carta dirigida a sus empleados, en la que ha anunciado que delegará su cargo de Jefe Ejecutivo (CEO) hasta finales de junio en Tim Cook, actual Jefe de Operaciones (COO) de la compañía de la manzana.
Dos anuncios especialmente significativos para los inversores de Apple, que vienen mostrando su preocupación por la pronunciada pérdida de peso de Jobs durante los últimos meses.. El 5 de enero el fundador de Apple afirmaba que este fenómeno se debía a un «desequilibrio hormonal», para el que ya había iniciado tratamiento, y que no le impediría continuar como CEO de Apple, a pesar de su ausencia en la Macworld Expo. Pero en la reciente carta a sus empleados Jobs afirma que «mis cuestiones de salud son más complejas de lo que yo originalmente pensaba».
Como resultado, se ha vuelto a repetir la misma situación que en 2004, cuando Jobs fue temporalmente sustituido por el mismo Tim Cook durante su convalecencia por una operación de cáncer de páncreas. En cualquier empresa, este tipo de situaciones dentro de los altos cargos directivos siempre tienen cierta influencia sobre la situación de la entidad. Pero el caso de Apple es especial. Si desde el verano pasado sus acciones están viviendo una caída generalizada, tras este último anuncio su cotización en la bolsa de Wall Street ha sido temporalmente suspendida.
Y es que a nadie se le escapa que parte del éxito reciente de Apple está muy relacionado con el mismo Steve Jobs, la figura que está detrás de productos como el iPod o el más reciente iPhone. Quién sabe si precísamente por eso, y quizás para tranquilizar a los accionistas, Jobs también afirma que, a pesar de su baja médica, «tengo previsto seguir participando en las principales decisiones estratégicas mientras estoy fuera».
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