Silla de ruedas, cama y subidor de escaleras en un único invento. Bueno, en un sólo diseño, pues la Home Chair no es más que una idea de Christen Halter. Este diseñador natural de Hong Kong afincado en Alemania se ha inspirado en objetos tan simples como un sillón de oficina, una silla de ruedas o una cama plegable. Y los ha mezclado para idear una suerte de vehículo doméstico destinado a personas con problemas de movilidad.
Empecemos por lo sencillo. En posición normal, sus funciones no se diferencian mucho de una silla de ruedas convencional. Con la diferencia de que podríamos variar la incliniación del respaldo y los reposa-pies hasta dejarla en posición completamente plana. Al hacer esto, la Home Chair se convertiría en una plataforma horizontal con la misma estatura que una cama convencional, para facilitar la labor al paciente a la hora de acostarse en el lecho.
Claro que también puede colocarse en posición casi completamente vertical, con el objetivo de facilitar el acto de ponerse de pie. Sí, en esto ya han pensado otras inventos. La novedad más significativa es que la Home Chair también serviría para subir y bajar escaleras. Y no es que esté equipada con ruedas de tanque, como la TankChair. En lugar de ello, recurre a un sistema de agarres especiales.
DIcho agarre se sitúa debajo del asiento, y también sirve para conectar la silla a las ruedas. Aquí está su fallo principal: para subir o bajar una escalera hay que desprenderse de las ruedas, por lo que o el enfermo las carga encima o, cuando llegue a la otra planta, se encontrará con que sólo tiene una silla «a secas». Y por supuesto, el invento no subiría cualquier tipo de escaleras, sino sólo aquellas que tuviesen una doble fila inferior para acoplar el sistema de agarre.
Una vez acoplada, en teoría, el enfermo no tendría que hacer ningún esfuerzo para subir y bajar (aunque tampoco es que Halter se explaye mucho en explicar cómo haría este movimiento). También contaría con detalles para facilitar labores como, por ejemplo, usar el inodoro. Como observamos en la imagen superior, el asiento llevaría una abertura controlable, y su diseño dejaría un «hueco libre» justo debajo del asiento (suficiente para poder colocarse con la taza debajo dando un poco de marcha atrás).
Como diseño, lo cierto es que aún está muy verde. Pero la intención es lo que cuenta.
Vía: Yanko Design