La Sociedad Portuguesa de Autores (SPA) ya se sale del tiesto todavía más que nuestra «querida» SGAE. El asunto es que la llamada SPA ha perseguido al empresario portugués Bernardo Macambira, propietario de la discoteca Voice. Y lo ha perseguido hasta el punto de que promovió una inspección en su local. Una inspección en la que la policía encontró un CD pirata repleto de música. ¡¡Impresionante esta actuación policial portuguesa!! El empresario, de resultas de esta investigación, ha pasado 44 días en prisión.
El empresario además, alega que cambió de domicilio, y que por esto, no recibió ninguna citación judicial para comparecer ante el juez, que le había recetado una multa en lugar de las rejas. Por culpa de esta cadena de infortunios, Macambira estuvo durante mes y medio recluido en una cárcel lusa.
La inspección tuvo lugar en diciembre del año 2000 y Macambira alegó en todo momento, que el CD no le pertenecía a él, sino a un DJ que trabajaba en el local. A pesar de esto, los jueces consideraron al empresario como responsable único de la existencia del conflictivo CD, por el que le pedirían una multa de 1’5 euros diarios a pagar durante 290 días. Al no presentarse a los requerimientos judiciales, la justicia le sentenció a posteriori, cuatro meses de prisión.
Por suerte, los abogados de Macambira, lograron que el juez acortara la pena de cárcel a 44 días en lugar de los larguísimos cuatro meses previstos en un principio. Los hay con más suerte. Aquí nadie se libra de las garras de «justicia». Porqué… ¿en esto consiste la justicia, verdad?
Fotos de: Joe Mad, Still Burning y Leefindlow / Vía: Público
=0 cambio del codigo penal,ya!Una constitucion nueva hombre…pero de calidad,no manipulada.