La empresa alemana Copulare (que ya les vale con el nombre), tiene en su catálogo una base para el iPod con un diseño realmente artístico. Se llama iCoral y, aunque no tiene unas características técnicas espectaculares, el diseño es una auténtica pasada. En la parte superior de su estructura tiene una especie de mosaicos con formas geométricas que combinan el blanco y negro y están fabricados con un material que imita a pequeños trozos de coral.
No es sólo estética su función, el material con que están hechos, ayuda a absorver las vibraciones del sonido y así conseguir una mayor calidad. La base tiene una forma cuadrada plana, sobre la que colocamos el iPod en posición vertical, y se apoya sobre unas patas metálicas con forma de cono invertido.
Es compatible con todas las versiones de iPod y también con el iPhone. Viene acompañado de un mando a distancia con una pantalla LCD en la que podemos ver el menú del reproductor que tenemos conectado para manejarlo.
En la parte de atrás tiene salidas para altavoces, un puerto de S-video y otro USB. Se puede comprar en dos combinaciones: blanco con matices de negro o viceversa. El precio es un tanto elevado, sobre unos 1.500 euros, que para eso, las piezas de coral ya podían ser auténticas.
Ya hemos repasado otras bases para el iPod más útiles, más potentes, más curiosas o incluso más divertidas. Aunque le da un toque de distinción al salón.
Vía: Uberreview