Sobre el buen gusto no hay nada escrito. Pero en contra de él sí que se han perpetrado las más temibles atrocidades. Nos referimos a obras complicadas de entender, como este teléfono móvil que es un atentado contra casi todo. Se llama Givori Serendipity, y es una pieza de diseño elitista de la que no se salva ni el nombre.
No es precisamente el precio, que es de 3.100 dólares (2.100 euros), lo que nos va a asustar a estas alturas. Modelos de auténtico lujo como el Le Million de Goldvish o la gama de Vertu superan a éste por una diferencia abismal. Hasta el El Motorola Razr2 le supera en 1.500 euros, y la versión en oro y diamantes del Nokia N95 lo deja muy atrás con un precio de 17.000 euros. Queda claro que el Serendipity ni siquiera llega a impresionarnos en este aspecto.
Ahora bien, lo que sí nos aterra de verdad es que se atrevan a pedir esas cantidades por un artículo recargado hasta límites ridículos y carente de elegancia. No se puede escoger peor forma de destrozar un Nokia 8800 Arte o un Nokia N76, los dos modelos utilizados como base para crear este engendro.
Duele tener que ser tan duros con artículos que, a fin de cuentas, están hechos a mano y seguramente no sin un gran esfuerzo. Por un diseñador de joyas reconocido internacionalmente, según dicen (pues vaya ojito que tiene el tío). Pero es que no hay quien se trague esto, por muy lujoso y opulento que pretenda ser. Cierto es que la exclusividad de su limitada edición, sólo 50 unidades, terminará seduciendo a algún millonario derrochador tarde o temprano. Como es habitual, cuando sobra la pasta las excentricidades están a la orden del día.
Vía: Bornrich