Scan-It, el control de seguridad del aeropuerto es cosa de niños 3
Hay qué ver como cambiamos de una generación a otra. Hace unos cuantos años, la publicidad no era tan agresiva, y los niños se divertí­an con juegos tan inocentes como la peonza o el parchí­s. Pero hoy, los anuncios se han vuelto mucho más agresivos, y las diversiones de los peques pasan por actitudes más radicales. Es el ejemplo de Scan-It, un juguete que emula los controles de seguridad de los aeropuertos.

Santo Dios, qué educativo, cómo no se le habrá ocurrido a nadie antes sacar algo así­. La caja contiene el tí­pico escáner que encontramos antes de subir al avión, pero los chiquillos tienen la habilidad de fomentar su incombustible imaginación simulando todas las divertidas situaciones que pueden suceder en ese momento. Disfrutarán de lo lindo registrando bolsos, exigiendo pasaportes o montando simpáticas sesiones de interrogatorios de más de tres horas de duración. Además, podrán intercambiarse entre ellos los roles de terrorista internacional o traficante de drogas para que todos se entretengan por igual. Les encantará, seguro.

Scan-It, el control de seguridad del aeropuerto es cosa de niños 3

Este singular a la vez que didáctico chisme se puede encontrar en tiendas online como SampleRewards o incluso la propia Amazon por un precio cercano a los 30 dólares (20 euros). Sospechamos que la empresa fabricante, Wizard Industries, debe estar preparando otros productos de éxito asegurado como “Alcoholí­metro, el juego de las multas de tráfico” o “Canon digital, captura al delincuente de la red”.

Lo peor es que antes de que este juego infernal de seguridad aérea se haya extendido, los intrépidos guardianes de la seguridad de los aeropuertos de medio mundo ya nos hacen sentir como auténticos delincuentes. Por ejemplo, si no nos quitamos los zapatos al psar el control, o por no sacar el ordenador portátil de la bolsa…

Yo he llegado a ser tratado como un delincuente peligroso porque se me olvidó sacar el botellí­n de agua mineral de la mochila mientras pasaba por los rayos X. Cuando estos pequeños diablillos se conviertan en servidores de la justicia en un aeropuesto cualquiera ¿que nos harán por un despiste de ese calibre? ¿podrí­an meternos una bala entre los ojos por despistados? Desde luego, la joven de inteligencia simiesca que me acosó en el aeropuesto de Nueva York se quedó con ganas de hacer algo parecido.

Ví­a: Gadget Lab

Recibe nuestras noticias

De lunes a viernes mandamos un newsletter con los titulares del día a +4.000 suscriptores

I will never give away, trade or sell your email address. You can unsubscribe at any time.