Pasar toda la mañana en una oficina pequeña o en uno de esos despachos que carecen de vistas puede resultar muy fatigoso. A Makoto Hirara se le ha ocurrido solventar parcialmente el problema con Bright Blind, una ventana falsa. Si bien no puede proporcionar una reconfortante panorámica del exterior ni dejar que entre algo de aire fresco, sí que aporta un poco de vida en el puesto de trabajo.
No es una opción tan saludable como la Walkstation, ni tan futurista como la Eclipse Office Partition System, pero este sorprendente gadget consta de unas láminas electroluminiscentes cuyo efecto simula la luz diurna. Funciona como cualquier otra persiana, lo que quiere decir que podemos regular la orientación de las láminas mediante una vara para permitir la entrada de mayor o menor cantidad de luminosidad.
Se desconoce cuál será su precio en el mercado, puesto que se trata de un prototipo que aún no está a la venta. Seguro que muchos empleados la esperan con gran expectación.
