cachopomatic

¿Empanar y cocinar? Nada de eso, listo para tomar. Así­ son los cachopos que se venderán en Atocha. Y no, no son de ningún bar ni restaurante, sino de una máquina expendedora: La Cachopomatic. Una idea original del carnicero asturiano Juan José Piñero, quien repite la iniciativa en la capital de España tras la buena acogida de su otra máquina expendedora en la estación de autobuses de Oviedo.

Se trata de un proyecto que surgió casi por casualidad al ocupar el espacio de un portón en Oviedo. Un lugar que ahora cuenta con una máquina de vending repleta con 12 tipos diferentes de este plato gastronómico tí­pico de Asturias para poder elegir sin tener que cocinar. Con un precio de menos de cinco euros, estos cachopos llegan a venderse por centenares durante la semana, llegando a los 70 u 80 unidades tan solo en fin de semana. Un éxito que ha llevado a Piñero a plantearse su expansión a Madrid. Más concretamente a la estación de Atocha, donde el tránsito de gente diario serí­a la mejor opción para dar salida a este plato.

cachopomatic

Para esta ubicación, además, Piñero ha escogido una cachopomatic de mayor tamaño que la original, albergando en su interior un centenar de cachopos. Eso sí­, en este caso solo habrá disponibles cuatro tipos de cachopos: dos variedades de carne de ternera, y otros dos de carne de pollo. Lo bueno es que, sus ingredientes, sí­ varí­an notablemente, encontrando desde jamón y queso, hasta cecina y queso de cabra, setas al ajillo y queso, o rulo de cabra y cebolla. Ingredientes que, según Piñero, se adaptarán a la demanda de los consumidores. Y es que, en su carnicerí­a Blanco de Oviedo, cuenta con una quincena de variaciones de este plato tí­pico.

Esta idea solo es una adaptación de lo que ya se puede ver en Japón desde hace bastante tiempo, donde las máquinas expendedoras suplen toda clase de objetos, alimentos y bienes para satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Desde sushi hasta cargadores de móviles. Con los cachopos, a buen seguro, más de un estudiante hambriento a altas horas de la madrugada, o cualquier asturiano melancólico, encontrará un completo plato listo para degustar. Sin tener que cocinarlo ni manchar más que un plato y unos cubiertos.

cachopomatic

De momento no hay fecha oficial para el desembarco de esta Cachopomatic en Atocha, aunque todo está ya en marcha para poder degustar este plato en cualquier momento y lugar. Una idea que puede dar pie a que otros platos tí­picos de la gastronomí­a española acaben empaquetados y disponibles en lugares de tránsito. ¿No serí­a ideal encontrar paella en un intercambiador de transporte público? ¿O poder comer unas patatas revolconas abulenses (lo del chuletón en frí­o no parece tan buena idea) sin pasar por un bar? La tecnologí­a vuelve a ponerse al servicio del hombre gracias al ingenio de un emprendedor. Una buena idea que solo el tiempo dirá si es viable económicamente, aunque los comentarios en redes sociales no se han hecho esperar, y muchos afirman que se trata de la idea definitiva, aunque sugiriendo platos tí­picos de sus diferentes localidades de origen para completar la oferta gastronómica.

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