rapidshare

La página web de descargas directas más utilizada por los internautas que comparten contenidos, va a tirar la toalla ante el acoso de los abogados de la industria multimedia. Rapidshare, que ha cimentado su fama y su negocio a base de prestar alojamiento remoto a usuarios que quieran compartir contenidos, ha anunciado públicamente que a partir de ahora va a cancelar las cuentas pertenecientes a aquellos usuarios que suban archivos protegidos por la legislación de derechos de autor.

La compañí­a alemana ha llegado a tener cientos de millones de visitantes todos los meses. De hecho, ocupa el puesto número 50 entre los sitios más frecuentados de la red. Quizá por eso los abogados de la industria cultural se han cebado con ellos, y en tan sólo dos rounds les han hecho besar la lona. La primera batalla perdida fue frente a la GEMA, (el equivalente a la SGAE en Alemania). Tras un tortuoso juicio en el que la gestora de derechos solicitaba una compensación de 24 millones de euros, el juez dictaminó que la página web debe borrar todas las canciones asociadas a la GEMA y además mejorar el sistema de filtrado para que nunca más se suman canciones protegidas.

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El segundo asalto ha llegado paradójicamente de manos de los libreros. Las seis editoriales más potentes de Estados Unidos, Bedford, Freeman & Worth and Macmillan, Cengage Learning, Elsevier, McGraw-Hill y Pearson denunciaron al sitio de descargas acusándole de alojar 148 libros pertenecientes a sus catálogos. El juez ha considerado que la queja estaba probada, y ha ordenado a Rapidshare que retire de inmediato los libros. Además ha dictaminado que por cada vez que se descargue un libro de esta selección de 148 tí­tulos, multará a la compañí­a con 339.000 dólares, y encarcelará por dos años a los responsables de la página.

Ante semejante panorama, los representantes de Rapidshare han anunciado que se ven obligados por la presión jurí­dica a cancelar las cuentas de los usuarios que suban o intercambien archivos protegidos. Dado que precisamente ése es el núcleo duro de su negocio, y el que provoca los centenares de millones de visitas mensuales, la decisión equivale a un progresivo desangramiento a lo largo de los próximos meses. No es la única página que ofrece este mismo servicio. En los últimos dí­as ha circulado por la red un correo falso en los que se afirmaba que además la empresa va a guardar las direcciones IP de los usuarios que infrinjan la legislación de derechos de autor, para entregárselas a los abogados de la industria caso de que éstos lo solicitaran. Esto último ha sido rotundamente desmentido por la empresa, que ya está sufriendo las primeras deserciones de usuarios.

Ví­a: TorrentFreak

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