cine

La crisis del sector del entretenimiento (que no afecta al mercado del videojuego, recordemos) está dañando especialmente al cine patrio. Según datos publicados por El Mundo, el 32% del público dejó de ver pelí­culas de producción nacional con respecto al mismo periodo el año pasado. La muestra, recogida de acuerdo al primer semestre de 2009, ha revelado una caida en barrena en el interés de los espectadores por las pelí­culas españolas, cuyo descenso ha doblado la bajada en la asistencia a las salas de cine en general (15,2 % en total).

A tenor del informe del Instituto de Cinematografí­a, o ICAA, en el que se basa el diario, un total de 4.876.730 personas se sintieron interesadas por las pelí­culas nacionales proyectadas en salas comerciales, frente a las 7.181.266 que lo hicieron en los mismos dí­as de 2008. Una de las justificaciones de esta bajada se localiza en el descenso de la cuota de pantalla reservada a pelí­culas de producción nacional, que pasa del 13,18% registrado en 2008 al 9,9% de este año: es lógico pensar que a menos pelí­culas españolas, menos público se interesará por la producción patria en general.

No fue el cine español, sin embargo, el único damnificado. El cine extranjero tampoco corrió mucha más suerte, y su tasa de asistencia pasó de los 48,8 millones de espectadores en el primer semestre de 2008 a los 42,5 millones en lo que llevamos de año. Es de suponer que el primer culpable que se buscará entre los sospechosos habituales del crimen de la falta de asistencia a las salas de cine será la piraterí­a y las descargas ilegales. Se obviará, como siempre, el abusivo precio de las entradas o el escaso control en las salas, con espectadores que casi parece que están en un rallie de camiones por lo ruidosos.

A la hora de observar las pelí­culas que gozan de mejor salud en la producción nacional, nos llevamos una falsa sorpresa. Fuga de cerebros, Mentiras y Gordas, y Los abrazos rotos son las pelí­culas que encabezan las más vistas del año en cuanto a cine español. Este dato valdrí­a para comprobar que la salvación de la industria cinematográfica de nuestro paí­s pasa por hacer truños comerciales que muevan a la gente a las salas (sin tener en cuenta el caso de Almodóvar). A fin de cuentas, para ver una una mala peli de Hollywood, mejor ver una mala peli española. ¿O quizá es al revés?

¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al cine a ver una peli española? Pásate por nuestra página de Facebook y nos lo cuentas…

Ví­a: El Mundo

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