A todos nos molesta que nos interrumpan durante un momento crítico de la partida. Pero quizás encerrarse en una cabina como esta Mark III no sea la medida más oportuna. A menos que sepas acomodarte en un espacio tan pequeño, oscuro y totalmente cerrado como el de la estación de videojuegos que nos propone PodWombats. Aunque lo cierto es que parece bien acondicionada. Y en compañía de un buen juego puede volverse incluso acogedor. Mucho más que aquella cabina de la policía.
El habitáculo mide 1,8 metros de largo por 1,2 de ancho. Se accede a él mediante la puerta deslizante, que, una vez cerrada, nos aislará por completo del mundo exterior. Bueno, salvo por los huecos de ventilación en la parte frontal y en la trasera, para que no te quedes sin respirar en el interior. Y de camino, para que aquello no huela a oso pardo. Todo sea por ofrecer mayor inmersión durante las partidas. Eso sí, sería curioso observar el resultado de utilizar unas pantallas 3D como las de iZ3D en un sitio cerrado y reducido como éste.
Dentro encontrarás todas las instalaciones necesarias para tu sistema de juegos. Desde el asiento de estilo deportivo a los anchos reposabrazos, donde tendrás a mano el joystick o el ratón del PC. Frente a ti tendrás la bandeja para colocar el teclado, además de un soporte para el monitor. Justo debajo cuentas con suficiente espacio para estirar las piernas o colocar pedales especiales si los necesitas, aparte de la torre del ordenador.
Por sus características, la Mark III parece más apropiada para utilizarla con simuladores. Aunque nada te impide disfrutar de otro tipo de juegos en ella, sean de ordenador o videoconsola. De hecho, PodWombats ofrece varias opciones de personalización al cliente, desde cambiar el color de las paredes hasta biselar ligeramente la compuerta (para reforzar la sensación de estar dentro de una cabina). El precio de partida es de 2.500 dólares (2.000 euros), siempre sujeto a las modificaciones adicionales que solicites.
Vía: Dvice