Las vacaciones de Semana Santa están a la vuelta de la esquina, y con ella los engorrosos atascos en las carreteras. Unas molestias de las que no tendríamos que preocuparnos con un vehículo como el de Chris Krug. A este señor no se le ocurrió mejor idea para pasar el rato que instalar en su furgoneta familiar la turbina de un helicóptero Rolls-Royce Nimbus. Los resultados, a continuación:
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No estamos seguros de que escupir fuego le sirva para algo, pero queda muy espectacular que es lo importante, como si fuese el coche de Batman. Y vaya como corre. Se notan los 1.000 caballos de potencia del motor, o la impresionante capacidad de aceleración que tiene: alcanza los 166 kilómetros por hora en apenas 7,14 segundos. Vamos, que a su lado parece que los bólidos de Ferrari funcionen a pedales. ¿Y qué te parecen los feroces rugidos del motor? La radio debe ser bastante potente para contrarrestar todo ese ruido.
Por desgracia, se trata de un modelo tuneado exclusivo que no está a la venta. Aunque lo más probable es que ningún organismo homologase a semejante monstruo sobre ruedas para que circule por nuestras vías convencionales. Sólo la veremos en algunas competiciones de velocidad, o tal vez en una nueva versión familiar de la película A todo gas.
Vía: Gizmodo