Ya no saben qué cacharro inventar para acoplarle un iPod, el reproductor musical de Apple. Pero la imaginación humana da para mucho y es capaz de crear cosas como Bevy, una funda protectora para el iPod Shuffle integrada en un llavero y con abridor de chapas. O un amplificador improvisado sobre una guitarra clásica sin cuerdas.
No teníamos suficiente con las fundas de madera o con placas solares, también hacía falta una funda rara para el más pequeño de los iPods. A simple vista, el Bevy no parece más que el típico llavero con abridor. Lo nuevo es que, dentro del hueco que se usa para abrir las cervezas, podemos meter un iPod Shuffle. Así queda protegido por una capa de plástico duro transparente. Cuesta 15 dólares (unos 10,5 euros) y su mayor inconveniente es que no podemos hacerlo todo a la vez. Vamos, que para usarlo de abridor, tenemos que retirar el iPod (a no ser que le tengas poco aprecio).
El segundo artilugio es todo un reto, resultado de una curiosa iniciativa del Festival de Diseño de Londres: un desafío consistente en convertir objetos viejos y deteriorados en algo nuevo y funcional. Al grupo de diseñadores de Conran se les ocurrió que, para amplificar el sonido de un reproductor musical, nada mejor que un instrumento musical. De ahí que se lo currasen para convertir una vieja guitarra sin cuerdas en un puerto para el iPod, con dos altavoces laterales.
La verdad es que se han esmerado, y les ha quedado un cacharro tan llamativo como el amplificador retro Phonofonics II. Y es que, si te pones, puedes modificar casi cualquier cosa para que pueda complementarse de alguna forma con el iPod, por rara que sea. ¿Qué será lo próximo?
Vía: gizmologia / technabob
Pues si, son un poco frikis.
Saludos