Estamos viviendo uno de los veranos más calurosos que se recuerdan, por lo que refrescar un poco la casa se ha convertido en algo casi imprescindible. Pero también nos encontramos en plan inflación con el precio de la electricidad por las nubes. Y estas dos características no parece que hagan una buena combinación. Por ello, son muchos los usuarios que no paran de darle vueltas a cómo ahorrar dinero en la factura por el aire acondicionado o los ventiladores. Y vamos a daros algunos trucos que pueden resultar prácticos.
Pon la temperatura adecuada
La última normativa del Gobierno indica que en los lugares públicos el aire acondicionado deberá estar como mucho a 27 grados. En los hogares no se trata de una ley sino de una recomendación, pero es un buen consejo si no queremos que la factura de la luz nos acabe pegando un susto. Ponerlo a una temperatura más baja no hará que se enfríe nuestra casa antes, pero sí que se dispare el consumo.
Los expertos calculan que poniendo el aire acondicionado a 27 grados en lugar de a 23 durante tres horas al día puede traducirse en 10 euros mensuales de ahorro en la factura.
Ventiladores de techo, la opción más económica
Si vives en un lugar muy caluroso es posible que no sea suficiente. Pero en muchos lugares es perfectamente posible mantener fresca una habitación con un ventilador de techo. Estos ventiladores no solo consumen menos que el aire acondicionado, sino también menos que los ventiladores de pie.
Sobre todo para dormir por la noche, un ventilador de techo suele ser suficiente, y al final son muchas horas en las que podemos tener el aire apagado.
Busca un aparato más eficiente
Dependiendo del modelo que elijas, tanto de aire acondicionado como de ventilador, es posible ahorrar hasta un 60% con unas prestaciones similares si elegimos un modelo que apueste por la eficiencia energética. Muchas marcas venden esta eficiencia enerégita desde el punto de vista de la ecología, que desde luego es un punto importante, pero también puede ayudar a que la factura sea más reducida.
Mantén el mantenimiento al día
Cuando estamos intentando ahorrar a toda costa es muy fácil caer en la tentación de no gastar dinero en que nuestro aparato de aire acondicionado tenga el mantenimiento al día. Lo que en ocasiones no pensamos es que, como hemos comentado en el punto anterior, un aparato más eficiente gasta menos que uno que no lo es. Por lo tanto, si nuestro dispositivo no funciona correctamente es posible que acabe gastando mucho más. Así, lo que te puede ahorrar en llamar a un técnico para que compruebe que todo está bien puede que lo acabes pagando posteriormente en la factura de la electricidad. Y además de pagar lo mismo o más estaremos perjudicando el medio ambiente.
Los toldos y las ventanas ayudan
Hay maneras de refrescar nuestra casa que van más allá de poner el aire o el ventilador. Si bajamos las persianas o los toldos que tengamos en nuestras ventanas en las horas de más calor probablemente tendremos la casa un poco más fresca. Y por las noches suele ser más fácil descansar mejor con las ventanas abiertas. De esta forma, los ventiladores o aparatos de aire acondicionado serán un complemento, pero no lo único que usamos para refrescar.
No dejes nunca el aire encendido cuando te vas
A veces tenemos la idea de dejar el aire acondicionado o el ventilador encendido cuando vamos a salir por un pequeño periodo de tiempo para que la casa esté fresca cuando volvemos. Pero la realidad es que de esta manera lo único que hacemos es un enorme gasto energético y económico. Pequeños gestos como cerrar la puerta de la estancia en la que estamos para que no se vaya el aire también pueden ser bastante útiles.
