fidget cube kickstarter stresscube

Si no sabes qué hacer con tu dinero, Kickstarter puede ser una buena opción para invertir todo lo que te sobra. Eso si lo que quieres es tirarlo. Porque no son pocos los proyectos que de la noche a la mañana se han descubierto como falsos. Lo único que buscaban sus creadores era hacerse con un buen botí­n y largarse con la música a otra parte, dejando con la boca abierta a todas aquellas almas de cántaro que habí­an decidido financiar sus negocios. Otra cosa que puedes hacer, si tienes tan pocos escrúpulos como algunos de estos, es copiarles directamente la idea y hacerte rico. Pero para esto hay que tener muchas agallas o ser Jack. Jack es un hombre que se esconde bajo seudónimo y que ha puesto en marcha un proyecto de éxito que apareció en Kickstarter – y que en principio era real – por su cuenta y riesgo, sin tener en cuenta que la idea era de otro. La cosa le ha ido más que bien, así­ que en apenas dos meses ha conseguido recuperar la inversión inicial y ganar la friolera de 345.000 dólares.

fidget cube kickstarter

El emprendedor se animó con la idea y transfirió 70.000 dólares a una fábrica china en Shenzen, con el objetivo de que construyeran 15.000 cubos de plástico. Los mismos cubos que aparecieron en una exitosa campaña de Kickstarter que todaví­a puedes ver aquí­, con la que sus creadores lograron recaudar una verdadera fortuna: 6 millones de dólares. Así­, en lugar de llamarse Fidget Cube (así­ es como lo habí­an bautizado), el gadget ha pasado a llamarse Stress Cube. ¿Su función? Tratar de reducir el estrés de aquél que lo posee a través de botones y palancas. Algo muy parecido a esos objetos blanditos y achuchables que venden en cualquier tienda, pero de plástico duro. Una especie de juego para niños que ha triunfado, porque con la venta de estos primeros 15.000 cubos, Jack se ha llevado al bolsillo una pequeña fortuna de 345.000 dólares.

No conocí­a a nadie en China. Lo único que tení­a en sus manos era la dirección de Skype de una mujer. Reconoce que fue uno de los momentos más terrorí­ficos de su vida, porque sospechaba que el dinero terminarí­a desapareciendo. Pero no. Al cabo de una semana, Jack recibió a su casa 15.000 cubos de plástico. Los 15.000 que habí­a encargado y que a partir de ese momento, tendrí­an que hacerle un poco más rico.

stress cube

Pero esto no es la primera vez que ocurre. Jack es un copiador de ideas profesional, que lleva todos sus empeños a la realidad. Aparte de los famosos cubos, lo último que copió fue una colchoneta hinchable para dar a conocer la Cozy Bag, que es un calco de la original. Para Jack las cosas no consisten en ser el primero en tener la idea, sino en encontrar la manera más rentable de fabricarla y en saber darle una salida comercial a través de Internet. Publicita sus productos a través de las redes sociales de una manera bastante agresiva y sus perspectivas de futuro pasan por seguir haciendo lo mismo. Cuenta que no tiene la menor intención de vender el Stress Cube toda su vida, así­ que mucho nos tememos que este hombre pasa sus jornadas viendo qué proyectos de Kickstarter podrí­a copiar. Mucho cuidado con Jack, porque donde pone el ojo, pone la bala.

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