Samsung ha estado trabajando en un reloj inteligente, apodado como Orbis, que sería presentado el próximo mes de marzo en el Mobile World Congress. El nuevo wereable incorporaría una pantalla circular, similar a la del Moto 360, que le daría un aspecto más sofisticado. Pero no sería en lo único en lo que se parecería al smartwatch de Motorola. Según apuntan desde Sammobile, Orbis también incorporaría carga inalámbrica. Se trata de una buena noticia, sobre todo si recordamos los problemas que tuvo el Gear Live con su sistema de carga.
De momento, no sabe cómo se realizará esta carga inalámbrica, pero se espera que Samsung venda el reloj junto con una pequeña superficie sobre la que se colocará para la recarga. Como decimos, se trataría del mismo sistema que integra el Moto 360 de Motorola. Por lo demás, el smartwatch no vendría gobernado por Android Wear ni Android, si no por Tizen. La plataforma, en la que la surcoreana está poniendo mucho empeño, ya se dejó ver en el Gear S y en los Gear 2 y Gear 2 Neo. Orbis también integraría un sistema de control simplificado, usando el anillo exterior de la esfera del reloj inteligente. Por otro lado, como no podía ser de otra manera, la pantalla seguirá siendo táctil. Eso sí, el anillo junto con uno o dos botones físicos nos facilitará mucho el uso del reloj en según qué situaciones.
Samsung no mostraría en el MWC a su smartwatch solo, llegaría de la mano del Galaxy S6, su nuevo buque insignia. Ya hemos hablado mucho de él, pero siguen llegando nuevos detalles. Quizá los más importantes se conocen por el perfil UAProf, publicado por el blog GSMArena. El primero hace referencia a la resolución de su pantalla QHD, que equivale a 2.560 x 1.440 píxeles. El documento no lo especifica, pero la pantalla sería una Super AMOLED, el sistema que emplea Samsung en sus móviles de las gamas superiores. El tamaño de pantalla tampoco se menciona, pero estaría en torno a 5,2 pulgadas. Por su parte, la compañía lanzaría el Galaxy S6 en dos variantes, una con un chip Exynos 7420 y la otra con un Snapdragon 810. Los dos tienen ocho núcleos y son compatibles con 64 bits.
En lo que respecta a su diseño, el dispositivo incorporaría con un acabado de cristal tanto en la parte frontal como en la parte trasera con bordes metálicos. Además, equiparía una cámara principal de 16 megapíxeles con estabilizador óptico de imagen, y una cámara frontal de cinco megapíxeles. Su sistema operativo sería Android en la versión de Android 5.0 Lollipop. También dispondría de un escáner digital de huellas con un diseño similar al lector de huellas del iPhone 5S o iPhone 6. Como vemos, Samsung seguiría introduciendo mejoras en sus nuevos dispositivos, aunque no supondrían un antes y un después. La intención de la firma es innovar más en sus terminales y para ello habría contratado a Lee Don-tae, un alto ejecutivo de la británica Tangerine. Lee formará parte del equipo dedicado a la estrategia de diseño a largo plazo. Su trabajo se centrará a partir de ahora en diversos productos de diferentes áreas de negocio de Samsung y no sólo en la unidad móvil.