Rod Schultz, un antiguo ingeniero de Apple, ha testificado en el juicio contra la violación de las leyes antimonopolio de la compañía de Cupertino. El exempleado ha asegurado que trabajó en un proyecto para «bloquear al 100 por cien» cualquier cliente que no fuera iTunes.
De esa forma, los propietarios de un iPod no podían utilizar ningún otro gestor de contenidos para el reproductor. Por consiguiente, no se podía usar ninguna otra tienda online de música 0 vídeo para cargar de contenido al dispositivo. Tal y como asegura el medio The Wall Street Jornal, Schultz estuvo trabajando hasta 2008 en un proyecto llamado «Candy«, que consistía en asegurarse que el el iPod sólo reprodujera archivos de audio con la DRM de Apple. Al parecer, este «bloqueo» se produjo entre septiembre de 2006 y marzo de 2009.
A pesar de que los demandantes intentaron presentar como prueba adicional un trabajo académico que realizó Schultz, en el que mostraba al detalle los sistemas operativos que Apple bloqueó para que no pudieran utilizar iTunes, se denegó que fuera vinculante. Este antiguo empleado ha evitado entrar en detalles concretos de su antiguo trabajo, y es que fue llamado a declarar contra su voluntad por la compañía demandante. Schultz parece haber sido un testigo determinante para el caso, así como un vídeo de Steve Jobs en el que hablaba sobre esta situación.
Por su parte, Apple sigue insistiendo en que la razón de que se produjera esta circunstancia se debe a «motivos de seguridad». De hecho, el encargado de proteger a los usuarios por aquella época, Augustin Farrugia, testificó hace unos días que si borraban canciones de los iPods era por la seguridad de sus clientes. Además, admitió que en su momento estaban «muy obsesionados» con este tema. Asimismo, señaló en el juicio que esta decisión de no informar a los consumidores se tomó porque no querían “confundir” a los usuarios y, además, “no necesitaban saber toda la información”.
Cuando un cliente con música descargada por vías alternativas a iTunes intentaba sincronizar su iPod con este servicio de reproducción, le aparecía en la pantalla un error que le obligaba a restablecer los valores de fábrica. Tras resetear el equipo y después volver a encenderlo, todas las canciones que se habían descargado a través de sus competidores se borraban sin dar justificación alguna.
Este caso forma parte de una demanda colectiva de varios consumidores por la que pretenden que Apple les indemnice con 350 millones de dólares, que equivalen a 285 millones de euros. Los usuarios afirman que la compañía de la manzana mordida realizó numerosas maniobras para subir el precio de sus productos. De todas formas, si se demuestra que los chicos de Cupertino violaron la ley federal sobre el derecho a la competencia, la indemnización que tendrían que pagar podría triplicarse.
Ahora, sólo falta que el jurado emita un veredicto a lo largo de la semana que nos permitirá saber cómo se ha resuelto el caso.