La moda de las cámaras de fotos sin espejo se extiende por todas las marcas, y parece que ahora las réflex son el «patito feo» de las marcas. Sin embargo, gran cantidad de aficionados siguen recurriendo a estas refencias del sector, y entre lo profesionales la elección es casi unánime. A pesar de que las cámaras sin espejo están avanzando a pasos agigantados, hay terrenos en los que todavía no están en condiciones de competir con una réflex.
La Canon 700D no es una réflex para principiantes. Sus características la sitúan en una posición intermedia, a un paso de las cámaras para profesionales de la fotografía. Si tuviéramos que buscar un público para ella, podríamos decir que está pensada para los grandes aficionados a la foto, que saben lo que es quedarse sin luz en el momento más inadecuado o luchar con defectuosos procesadores de imagen o sistemas de enfoque. Es lo bueno del catálogo de Réflex de Canon, y es que aunque estas cámaras no estén de moda, la variedad de modelos que ofrece es enorme.
El Sensor y la calidad de imagen
La Canon EOS 700D cuenta con un sensor CMOS de 18 megapíxeles efectivos. A la hora de hablar de megapíxeles, debemos recordar siempre los conceptos básicos, como que un número mayor no significa que el sensor sea de mayor calidad. De hecho, es fácil encontrar sensores en cámaras básicas con un mayor número de píxeles, aunque la imagen que obtenemos no tiene más calidad, simplemente es más grande.
Aunque con 18 megapíxeles, el tamaño de la imagen tampoco es un punto demasiado relevante. Con este sensor se obtienen fotos con una resolución máxima de 5.184 x 3.456 píxeles. A la hora de visualizar las fotos, la mayor parte de las veces lo hacemos en un monitor de ordenador, que suele tener una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles. Los hay con algo más de resolución, pero ninguno alcanza una cifra como esta, por lo que no vamos a perder puntos en ningún caso. Si decidiéramos imprimir la foto en papel en alta calidad (300 puntos por pulgada) podríamos tener una impresión de hasta 44 x 29 centímetros, mucho más grande que las fotos de nuestros álbumes.
Pero del sensor importan más cosas a demás de la resolución. Un punto a tener en cuenta es cuanto puede forzar la sensibilidad para trabajar con entornos con poca luz. El valor máximo de la Canon EOS 700D es de ISO 12.800, con un forzado de hasta ISO 25.600. Es una valor alto, que ayuda a funcionar en entornos mal iluminados y nos permite tomar fotos sin flash casi en la oscuridad. No obstante, subir el ISO tiene un desagradable efecto secundario: la aparición del ruido de imagen.
Por las pruebas que hemos podido ver, parece que podemos forzar el ISO hasta los 6.400 manteniendo una calidad de imagen más o menos decente. Este es un valor bastante elevado, que puede ayudar mucho en el día a día, especialmente si trabajamos con ópticas que no son demasiado luminosas. Más allá de los 6.400 ISO la calidad de imagen se resiente notablemente, por lo que no es aconsejable a no ser que no quede más remedio.
El enfoque y la grabación de vídeo
Uno de los aspectos que más preocupan a día de hoy a los usuarios de cámaras réflex es la grabación de vídeo. Y es que la calidad de la grabación de estas cámaras ha mejorado de una manera espectacular, hasta el punto de que mucho profesionales están utilizando cámaras DSLR para grabar sus trabajos. Por eso, perece la pena echar un vistazo a las especificaciones de la cámara en este sentido.
La Canon EOS 700D graba vídeo en calidad Full HD (1.920 x 1.080 píxeles) a 30 fps, mientras que si reducimos un escalón la calidad hasta el HD (1.280 x 720 píxeles) puede alcanzar los 60 fps. Tradicionalmente se acepta que el límite para que el ojo no perciba los fotogramas y el movimiento del vídeo resulte natural está en los 24 fps, por lo que no parece que haya problemas en este aspecto. Además, los 60 cuadros por segundo que permite la calidad HD permiten jugar con interesantes efectos de cámara lenta.
Uno de los aspectos más interesantes de la cámara es el sistema de enfoque automático, que utiliza un motor Servo AF muy silencioso. Esto no es trivial, y es que cuando grabamos vídeo con el micrófono de la cámara, el ruido del motor de enfoque puede colarse en la grabación, arruinando la toma.
El sistema de enfoque híbrido permite mantener el foco automático durante la grabación, por lo que no hay que preocuparse de este aspecto mientras estamos tomando el vídeo. Es un factor importante, ya que mientras grabamos un vídeo hay que preocuparse de muchas cosas, como el sonido, el encuadre o el movimiento de la cámara. Por eso, un buen sistema de foco automático simplifica bastante las cosas. No obstante, permanece la posibilidad de controlar el foco manualmente, ya que esta fórmula permite más libertad creativa.
La Canon 700D parece haber sido concebida con la grabación de vídeo en mente, por lo que nos encontramos multitud de detalles que nos facilitan la vida en este aspecto. Otro a tener en cuenta es la posibilidad de contar con un micrófono externo conectado a la cámara, con lo que podemos grabar un audio de mayor calidad sin tener que sincronizarlo después con la grabación.
El cuerpo y los controles
Una de las ventajas de las cámaras sin espejo es su reducido tamaño y peso. Es difícil que una cámara réflex compita con las mirrorless en este aspecto, ya que tiene una serie de componentes físicos que hacen imposible reducir demasiado su tamaño. No obstante, una tamaño algo mayor no tiene porqué ser desagradable. Hace la cámara un poco más incómoda de transportar, pero también se adapta mejor a la mano y es más fácil acceder a los controles. Lo que si que se ha trabajado es el peso. Fabricada con una policarbonato y fibra de vidrio, el peso se queda en apenas 580 gramos, un peso bajo para una cámara DSLR.
Hablando de los controles de la cámara tenemos que fijarnos en la pantalla. Canon ha optado por ahorrar en botones físicos y dejar una buena parte del manejo en manos de la pantalla táctil de tres pulgadas que encontramos en la parte trasera. Es una solución a la moda, cuando muchos usuarios se han acostumbrado a tocar las pantallas e interactuar con ellas. No obstante, las funciones más importantes como enfocar o disparar se pueden llevar a cabo con cualquiera de las dos opciones, la pantalla táctil o los botones físicos.
Precio y conclusiones
Las EOS 700D cuesta (dependiendo del distribuidor) unos 850 con un objetivo básico 18 – 55 mm. Es un precio adecuado para el sector donde se mueve, a medio caballo entre las réflex de iniciación y las cámaras profesionales. No es necesariamente una cámara para introducirse en el mundo de la fotografía, aunque los tutoriales que incluye y los menús guiados hacen que no se complicado manejarla. No obstante, para sacarle todo el jugo, hay que contar con unas nociones básicas.
Lo que más llama la atención para bien es lo cuidada que está la grabación de vídeo. La marca japonesa es consciente de que esta puede ser un factor clave a la hora de hacerse con una cámara réflex en un mercado que ofrece todo tipo de opciones. Sólo se echa de menos una conexión WiFi, que ya vemos en cámaras de alto nivel y está dejando de ser una característica propia de las compactas «de juguete».
Ficha técnica
Tipo | Reflex (DSLR) |
Peso y dimensiones | 133,1 x 99,8 x 78,8 mm
580 g. (Sólo cuerpo, batería y tarjetas de memoria incluidas) |
Memoria | SD, SDHC, SDXC (UHS-I) |
Pantalla | Pantalla Táctil TFT Clear View II de 7,7 cm (3,0″) con formato 3:2 y ángulo variable, aprox. 1.040.000 píxeles |
Sensor | CMOS de 22,3 x 14,9 mm
18 Megapíxeles |
Formatos | JPEG. RAW, DPOF (Formato de orden de impresión digital), grabación simultánea de JPEG y RAW |
Controles y conexiones | AF CMOS Híbrido (Detección de la Cara y Seguimiento AF, FlexiZone múltiple, FlexiZone sencillo), AF por detección de fase (Modo Rápido)
Visor pentaprisma 95% Mini HDMI PAL/ NTSC miniclaviaja para micrófono externo |
Autonomía | 400/440 disparos |
Precio | 850 Euros con kit 18-55 milímetros (el precio final depende del distribuidor) |
+info | Canon |