apple editoriales

Los libros electrónicos todaví­a son un negocio incipiente en muchos paí­ses. Sin embargo, desde el principio, hay editoriales que se han empeñado en controlarlo al máximo. El recelo por el libro digital empaña la visión de las editoriales tradicionales, fuertemente asentadas en la impresión en papel. Algunas todaví­a no se han atrevido a dar el gran paso, y otras lo han hecho a regañadientes, siempre preocupadas por no poner precios demasiado baratos a los libros digitales que pudieran canibalizar sus preciosas ediciones en papel.

La demanda por libros sin soporte estaba ahí­ y habí­a otras empresas de nuevo cuño dispuestas a cubrirla, además con una polí­tica de precios bastante atractiva. A finales de 2010, Amazon lanzaba su programa de “gangas” de libros electrónicos a 9,99 dólares para tratar de conquistar el mercado. Esto supuso un enorme varapalo para las intenciones de los grandes grupos editoriales, que pretendí­an trabajar con unos precios más elevados. Por su parte, Apple tampoco estaba muy contenta con su rival en el campo de la venta de libros electrónicos. Esta coincidencia de intereses para atajar el “problema de los 9,99 dólares” ha llevado a Apple y a varias editoriales ante los tribunales de Estados Unidos, y a ser investigados por atentado contra la libre competencia por la Unión Europea.

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El Fiscal General del Estado de EE.UU. acusa a Apple y a cinco editoriales (Harper Collins, Hachette, Simon & Schuster, Mcmillan y Pearson) de conspiración para fijar los precios de los libros electrónicos. Los seis pactaron un acuerdo de colusión por el cual los precios de las ediciones digitales estarí­an entre 12,99 y 14,99 dólares. Con eso forzaban a Amazon y cualquier otra tienda que se atreviera a realizar descuentos a trabajar con precios entre un 30 y un 50 por ciento mayores. Todos salí­an ganando. Las editoriales cobraban más por los libros digitales sin dañar las impresiones en papel, y Apple ataba corto a Amazon y recibí­a una comisión de un 30 por ciento. Los grandes perdedores: los consumidores.

Ayer comenzaba el juicio federal en Nueva York, y tres editoriales han cerrado un acuerdo con la fiscalí­a. Son HarperCollins, Hachette y Simon & Schuster. Por el contrario, Apple y las otras dos editoriales (Pearson y Mcmillan) han preferido continuar con el procedimiento. El convenio obliga a las editoriales a permitir que librerí­as establezcan los descuentos que quieran en los libros electrónicos durante dos años. Así­, tras ese acuerdo con la fiscalí­a, Amazon ya no se encuentra sujeta a las limitaciones de mantener los precios de los libros electrónicos en 14,99 dólares y puede recuperar las ofertas. Algunos analistas vaticinan que esto acabará colocando al gigante del comercio electrónico en una posición de monopolio del negocio del libro digital.

Coincidiendo con el inicio de la celebración del juicio federal en Estados Unidos, Apple y cuatro editoriales han decidido atajar otro frente de investigación por prácticas contra la libre competencia abierto en Europa. Los de Cupertino y cuatro editoriales (Harpers Collins, Simon & Schuster, Hachette y Verlagscrouppe Georg von Holtzbrinck) han enviado una propuesta de acuerdo a la Unión Europea. Las tres primeras son las mismas que han firmado un pacto con la fiscalí­a estadounidense. Por el contrario, Apple prefiere arriesgarse en tribunales en su paí­s, pero no aquí­ en Europa. De todos modos, la investigación de la UE por fijación de precios de los libros digitales continúa contra Pearson.

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